Sin excusas. Un caballero en la derrota. Acostumbrado a ganar y amargar las tardes a sus rivales, Jokin Altuna (Amezketa, 1996) demostró saber estar a las duras y a las maduras al término de una final en la que no pudo sino reconocer la superioridad de Aitor Elordi, quien “ha jugado mucho más que yo”. Así de claro se mostró el guipuzcoano ante los medios de comunicación en una dura comparecencia en la que admitió que “no he estado nada cómodo”.

“Al principio he jugado buenos tantos, pero durante el partido la sensación era que tenía que hacer mucho para ganar los tantos. Aitor ha sido mucho mejor que yo y me voy justamente derrotado a casa, porque no me he sentido cómodo, físicamente no me he sentido bien tampoco y en el peloteo tampoco le hacía daño. Ha sido 22-18, pero el resultado podía haber sido más claro”, apuntó Altuna III, quien restó importancia al golpe que sufrió durante el encuentro en la rótula y confesó que “estoy muy triste y es un golpe bastante grande, pero no me creo más que nadie y soy consciente de que pierdo igual que los demás. Esto es así y ahora toca levantarse y volver a entrenar”.

“No me encontraba bien en el juego, pero hasta el final he tenido esperanza. El regalo que he hecho con el 16-18 no se puede admitir y tengo ganas de meterme en la ducha, ir a desconectar y resetear”, añadió en su reflexión el de Amezketa, quien no escondió que “físicamente ha sido el partido en el que más he sufrido en todo el campeonato y no encontraba mi sitio en la cancha”. Cuestionado por Elordi, resaltó que “solo puedo decir cosas buenas de Aitor y felicitarle. Ha hecho una temporada increíble y después de ganar esta txapela del mano a mano poco más se puede decir. En el deporte no hay casualidades y me alegro mucho por él, aunque a mí me dé mucha pena esta derrota”.

LAS SENSACIONES

En cuanto al motivo principal de no rendir a su mejor nivel en toda una final del Manomanista, Altuna III, que buscaba la tercera txapela en la modalidad tras las conquistadas en 2018 y 2021, descartó que tuviera relación directa con la presión soportada por asomar como favorito. “No creo que haya sido por la presión, sino que él estaba con mejores sensaciones. A lo largo del año tienes días en los que estás mejor o peor y esta vez con la izquierda no metía bien la pelota en la mano. Por eso no iba adelante, porque no me encontraba con esa confianza y para hacer 18 tantos he tenido que trabajar mucho y hacer mucho esfuerzo, lo cual se acaba notando al final del partido”.

“Si he llegado hasta aquí es porque he hecho muchas cosas bien, pero si no dominas no puedes rematar mucho y me ha costado una barbaridad. Ha sido una final en la que he sufrido mucho y en la que veía opciones, pero no a través del juego, sino de sufrir”, recalcó por último un derrotado Altuna III, superado por la pujanza de un extraordinario e inconmensurable Elordi en un entregado Frontón Bizkaia.