Sobre la necesidad u oportunidad de una reforma de la Constitución, Javier Esparza se remite al documento de Principios políticos y estratégicos de UPN, una de las tres formaciones de Navarra Suma, aprobados en el Congreso de 2020. Considera por tanto que la “Constitución española de 1978 ha llevado a los españoles a vivir el periodo más largo y fructífero de paz y desarrollo”. UPN defiende “la vigencia de la esencia del texto”, “el acuerdo que la hizo posible y la necesidad de que siga guiando nuestro destino”. Pero “apuesta por un nuevo y gran consenso de Estado que permita realizar aquellas modificaciones que el paso del tiempo, la experiencia, o la realidad social aconsejan”, “para fortalecer y consolidar el propio texto”. Por ejemplo, “fundamental” suprimir la Transitoria Cuarta, “superada esa etapa de transición, y los navarros hemos decidido en las últimas décadas qué futuro queremos”, “alejado”, asegura UPN, “de los afanes integradores del nacionalismo vasco que no respetan nuestros fueros ni nuestra historia”. Este partido cree que la Constitución debe modificarse también para “plasmar la incorporación de España a Europa y sus consecuencias”, al tiempo que “puede modernizar, cita, el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, los Organismos reguladores o la Autoridad fiscal independiente; “suprimir otras que duplican la estructura y el gasto de las administraciones; y adaptar el título referido a la corona a la situación social actual y a la no discriminación entre el hombre y la mujer”. También que el Senado, “definido en la Constitución como Cámara de representación territorial, ostente realmente”, dichas “funciones territoriales”. Para todo ello, constata, Esparza, de haber “un consenso amplio” para la reforma. Preguntado por qué con mayorías absolutas del PP no se abrió la reforma o derogación de la Transitoria Cuarta, dice que “debería responderlo el PP. UPN siempre lo ha demandado, gobernara quien gobernara”.