Tras el estallido del escándalo del espionaje a los soberanistas catalanes, el Gobierno español prometió cambiar la ley para reforzar el control judicial sobre los servicios secretos, pero el tiempo corre sin que se den pasos en ese sentido. En un momento en el que queda un año de legislatura estatal por delante, el PNV ha apretado el acelerador para utilizar su cupo de iniciativas y encajar en el pleno del próximo martes la toma en consideración de su proposición de ley para reformar el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Ese trámite obligará a los partidos y al propio PSOE a posicionarse al respecto.

Se trata de una reforma de la Ley reguladora del CNI y de la Ley del Control Judicial Previo de este centro. Sánchez sí se mostró dispuesto a extender el control a los espías del CNI en el plano de los tribunales, más allá de la autorización judicial previa que tienen que pedir, y que en la práctica se convierte en un cheque en blanco porque después no se hace seguimiento de la tarea de los servicios secretos. El PNV plantea que se haga un seguimiento también a posteriori, un seguimiento del grado de ejecución para garantizar que la actuación sea proporcional y se estén empleando medios correctos y que estén justificados.

Pero le añade igualmente una propuesta para que se establezca un control político, es decir, que la jefatura del CNI la designe el presidente del Gobierno español y no un ministro, para que sea su máximo responsable y no se pueda escudar, como hizo Sánchez, en que el CNI tiene vida propia. En este punto, podría haber un desacuerdo mayor. 

Tres jueces del Tribunal Supremo

Además, propone que sean tres magistrados del Tribunal Supremo (y no uno solo) quienes deban conceder o no la autorización, y que la dirección del CNI concrete en su petición los recursos que quiere emplear. Los magistrados deberán ser informados de la puesta en práctica de la misión. El presidente español tendió la mano para negociar, y está por ver si se concreta con un gesto este martes, o si prefiere hacerlo con una ley de su cosecha, como con los secretos oficiales. Se da la circunstancia de que el CNI se encuentra de nuevo en el ojo del huracán por la investigación del presunto acoso del rey emérito a Corinna.