UPN y PSN vetarán este jueves en el Parlamento la entrada de Mañeru en la zona mixta. La petición del Ayuntamiento de la localidad, tramitada mediante proposición de ley por parte de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, decaerá en el pleno de esta semana con el voto de socialistas y regionalistas, a los que se sumarán los otros dos integrantes de Navarra Suma, PP y Ciudadanos. La ruptura de la derecha, al menos en este punto, no tendrá reflejo en la votación parlamentaria, que se saldará con un 31-19.

Mañeru quedó fuera de la modificación de la Ley del Euskera que se llevó a cabo la pasada legislatura, con la que 44 municipios pasaron de la zona no vascófona a la mixta. La mayoría municipal en aquel momento optó por no solicitar el cambio pese a que una consulta popular realizada en el pueblo avalaba mayoritariamente esa posibilidad. Así que la petición llega ahora con el respaldo del Consistorio actual, que el pasado 6 de abril lo solicitó por unanimidad.

Se da la circunstancia de que Mañeru forma parte de la mancomunidad administrativa de Valdemañeru, integran además por Cirauqui, Guirguillano, Artazu y Echarren. Todas estas localidades, que comparten servicios administrativos y de secretaría, forman parte de la zona mixta. Además, de los 42 alumnos de infantil y primaria de Mañeru, 27 estudian en euskera y otros 15 lo hacen con el euskera como asignatura. El Gobierno de Navarra ha mostrado su posición favorable al cambio.

Los motivos del rechazo

Pero estos argumentos no son suficientes ni para la derecha ni para el PSN. Ambos partidos ya se opusieron a la ampliación de la zona mixta en la pasada legislatura –entonces no sumaban mayoría– y lo vuelven a hacer ahora ante la petición de la localidad de Tierra Estella. Aseguran, tanto Navarra Suma como el PSN, que “no es el momento” de avanzar en ese camino y que cualquier modificación se debe hacer en base a la “realidad sociolingüística” y no en función de las mayorías municipales del momento. No obstante, ni la derecha ni el PSN se abren a cambiar de posición tras las elecciones municipales de mayo. “No vamos a entrar en futuribles”, agumentó ayer el portavoz socialista, Ramón Alzórriz.

A juicio del PSN, cuyo voto es determinante para el éxito de la iniciativa, se trata de una propuesta con “motivación política” que se plantea de forma deliberada “al final de la legislatura”. Los socialistas se quejan además de que la ley no permite la “reversibilidad”, por lo que los municipios no pueden pedir salir de la zona mixta. “En este tema no tenemos ni tutelas ni complejos”, enfatizó Alzórriz.

Tampoco la derecha está por la labor de incorporar cambios en la ley, sobre todo si son para facilitar un avance del euskera en Navarra. “La ampliación de la zona mixta limita los derechos de la mayoría de los navarros”, señaló ayer Carlos Pérez-Nievas, parlamentario de Navarra Suma y coordinador del Ciudadanos, para quien la entrada de Mañeru en la zona mixta sería “una imposición”.

Ambas posturas fueron lamentadas ayer por los socios del PSN, que recuerdan que la propuesta viene de la propia localidad y que cuenta con un amplísimo respaldo de sus vecinos. “Mañeru cumple los requisitos que exige la ley, el Parlamento no puede ser un frontón”, señaló Uxue Barkos (Geroa Bai) que, al igual que Mikel Buil (Podemos), destacó que se trata de una demanda planteada “por unanimidad” municipal.