El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, declarará este lunes como testigo ante la Fiscalía por la llamada de la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, durante la mañana en la que se registró la Consejería de Obras Públicas y fueron detenidas ocho personas por presuntos amaños en contratos de carreteras.

Lo ha dicho el presidente cántabro este domingo durante la comida homenaje de su partido, el PRC, al consejero del área, José Luis Gochicoa, que dejó su cargo el pasado viernes por este presunto caso de corrupción.

Ciudadanos denunció a principios de esta semana ante la Fiscalía esta llamada, que consideró, fue un "chivatazo" de la operación en la que se registraron, además de la sede de la Consejería, varios domicilios particulares y empresas.

Revilla ha afirmado en la comida que en esa llamada Quiñones le dijo que la Consejería estaba acordonada y que había detenidos, entre ellos un funcionario.