La presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, ha reclamado este viernes que se le restituya en el cargo "para acabar con la interinidad" en la que se encuentra la cámara catalana, a pesar de que este jueves fue condenada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condenó a la presidenta suspendida del Parlament a 4 años y medio de cárcel por adjudicar contratos a dedo en la Institució de les Lletres Catalanes, pero propone su indulto parcial para que pueda evitar la prisión.

En la sentencia, que se puede recurrir, el alto tribunal catalán atribuye a Borràs los delitos de prevaricación y falsedad documental, por los que también le impone una condena de 13 años de inhabilitación y una multa de 36.000 euros.

No piensa dimitir

En declaraciones a RAC1, Borràs ha acusado este viernes al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y a los miembros de la Mesa del Parlament de haber "provocado" la "interinidad" en la cámara catalana, y ha dejado claro que no piensa dimitir.

"Me han podido suspender de mis deberes pero no de mi sentido ni de mi responsabilidad. Hoy en día la presidenta del Parlament se llama Laura Borràs porque no hay otra", ha expresado, y ha advertido de que mantendrá "sus responsabilidades" mientras sea diputada en la cámara catalana.

Borràs ha señalado que, cuando entró en política, "estaba preparada para luchar contra el Estado", pero no lo estaba "para que el independentismo caiga en las trampas del Estado" ni se dedicase a "hacerse daño" dentro del colectivo. "Esto, lo único que hace es que en el otro lado coman palomitas y aplaudan con las orejas", ha resuelto.

La también presidenta de Junts ha deslizado críticas contra ERC, al estar "indignada con este independentismo que colabora con el Estado del que se quiere independizar y que atropella derechos".