La publicación de un libro sobre el imperio financiero de Juan Carlos I ha generado un nuevo escándalo en el seno de la monarquía española. Los periodistas José María Olmo y David Fernández explican en ‘King Corp.’ el entramado financiero que ha llevado al emérito a tener cuentas opacas en Suiza o en Panamá.
Pero además de todas estas irregularidades financieras, el libro desvela que Juan Carlos I tuvo una hija fuera de su matrimonio. Su nombre es Alejandra y nació a finales de la década de los 70 o principios de los 80, fruto de una relación que el emérito mantuvo con una aristócrata.
En el libro no se desvela el apellido de su supuesta cuarta hija, pero se explica que su madre fue una aristócrata casada, algo mayor que Juan Carlos I, y que Alejandra no habría sido consciente de quién era su padre hasta su adolescencia. Además, el libro señala que el emérito, años después del nacimiento de la niña, fue el que tomó la iniciativa para iniciar una relación con la ya joven Alejandra. Un contacto que se habría mantenido a lo largo de las décadas.
El nacimiento de la hija bastarda de Juan Carlos I fue mantenido en secreto, aunque su existencia llegó con los años a oídos del resto de la familia real y al entorno del entonces rey, que siempre guardó silencio sobre esta cuestión.
En el libro se afirma que la existencia de esta hija fuera del matrimonio fue uno de los argumentos esgrimidos por el emérito para mantener cuentas secretas, y una caja B de sus finanzas.
La investigación está avalada por varias personas que conocen a los implicados: un empresario amigo del emérito, o un antiguo novio de su cuarta hija, Alejandra, que señala la mujer creció ignorando quién era realmente su padre y, una vez que lo supo, optó por seguir su vida anterior como parte de una familia de aristócratas "bien conectada con el poder".
Fuentes de la Casa del Rey han señalado, no obstante, "no tener ningún conocimiento" de este asunto y han remitido a los medios al rey emérito, que ha negado a su entorno tener ninguna hija llamada Alejandra.
En el Congreso, a preguntas de los periodistas, diputados de distintos partidos se han limitado a comentar que es una cuestión que afecta a la vida privada del rey emérito, si bien formaciones como Unidas Podemos o la CUP han vuelto a pedirle explicaciones por cómo manejó su patrimonio en el extranjero.
