Una de las sensaciones más incómodas que podemos vivir en el día a día es querer ir al baño y no tener la posibilidad. A menudo surgen opciones poco cívicas en caso de extrema necesidad, pero hay casos excepcionales, como el que se ha vivido en un vuelo que enlazaba este jueves Gran Canaria con Manchester.

El avión, de la compañía británica Jet2, debía llegar por la noche a la ciudad inglesa, pero sufrió un retraso al tener que aterrizar de urgencia en Bilbao. El motivo es que el inodoro se había estropeado después del despegue a causa de un fallo en el sistema de aguas residuales, y los 200 pasajeros que viajaban en la aeronave llevaban dos horas sin poder utilizar el servicio a falta de otras dos horas para llegar a su destino.

Demasiado tiempo para las necesidades (nunca mejor dicho) de algunos pasajeros, con lo que el comandante se vio obligado a pedir permiso al aeropuerto de Loiu para aterrizar allí. Así fue, aunque finalmente ningún pasajero tuvo que desembarcar, ya que una vez en tierra pudieron descargar las aguas residuales y poner a funcionar de nuevo los inodoros. Una hora después, el avión reemprendió su vuelo rumbo a Manchester sin mayores incidencias.