Dentro de las carreras locas que hay por el mundo hay una que llama especialmente la atención y que congrega cada año a miles de personas en una colina para perseguir montaña abajo un queso. Es el festival del queso rodante (su nombre oficial es Cooper’s Hill Cheese-Rolling and Wake) y tiene lugar el último lunes de mayo en una colina del pueblo de Brockworth, cerca de Gloucester (Inglaterra).

Hay que ser bastante temerario para intentar ganar esta carrera, porque hay que lanzarse corriendo a lo largo de 300 metros de una ladera empinadísima, con una pendiente de 45 grados, detrás de un queso que los organizadores dejan rodar. Casi todos los participantes acaban cayendo o rodando tratando de alcanzar el queso, que pesa 4 kilos, y que es el premio que se lleva el ganador: un Double Gloucester semiduro no pasteurizado.

La carrera atrae a personas llegadas de todos los rincones del mundo y la ganadora de este año ha sido una canadiense, Delaney Irving, de 19 años, que venció sin enterarse, ya que cruzó la meta inconsciente debido a un golpe en la cabeza que sufrió metros antes. Cuando despertó se encontraba en una tienda de campaña atendida por los servicios médicos, que suelen tener mucho trabajo en esta prueba. "Recuerdo estar corriendo, golpearme la cabeza y despertarme en la tienda", afirmó.