El vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, ha entregado los premios a los siete galardonados de la primera edición de los premios “Biziberri Navarra Rehabilita”. Los galardones, organizados en colaboración con la sociedad pública Nasuvinsa y las Oficinas de Rehabilitación (ORVES), se han creado con la finalidad de distinguir las mejores rehabilitaciones llevadas a cabo en la Comunidad Foral de Navarra, así como reconocer el trabajo y esfuerzo de las personas promotoras, arquitectas y técnicas que posibilitan la mejora del parque residencial.

Al acto, celebrado en el Auditorio Civican, de Pamplona / Iruña, han asistido numerosas personas profesionales del campo de la construcción y rehabilitación en Navarra, autoridades municipales de las localidades donde radican los proyectos ganadores, las personas promotoras de la rehabilitación de sus viviendas, así como el personal de las oficinas de rehabilitación (ORVES), que son quienes han presentado y explicado las siete rehabilitaciones ganadoras.

Los proyectos premiados son los siguientes: “Pamplona Lezkairu”,de las comunidades de propietarios de los edificios del Soto de Lezkairu, 11; “Pamplona Carmen”, de los propietarios del edificio Carmen, 12, en el Casco Antiguo de Pamplona; “Monteagudo”, de su propietaria María Planillo Cardenal; “Puente la Reina”, de sus propietarios Juan Ayerra Larráyoz y Ana Lucía Manero Ustárroz; “Muskitz”, del Ayuntamiento de Imotz; “Garde”, de la dueña Beatriz Anaut Fuertes; y “Tafalla” de su titular Virginia Mujica Tapiz.

Estos trabajos reflejan la variedad de las tipologías existentes en la rehabilitación protegida: desde la mejora en las envolventes térmicas de edificios en el Soto de Lezkairu, pasando por la instalación de ascensores en edificios que carecían de ellos, o la apuesta de familias y personas jóvenes por vivir en el casco histórico de sus pueblos y ciudades, hasta actuaciones de creación de nuevas viviendas destinadas al alquiler social. Asimismo, estos proyectos muestran el antes y el después de la intervención en una casa o edificio, así como lo que ha supuesto esa reforma para el entorno urbano y para la persona propietaria o usuaria de esa vivienda. Además, destacan por su contribución al mantenimiento de la edificación, la calidad de su ejecución, implementación de una arquitectura responsable con el medio ambiente o por la conservación de construcciones existentes adaptadas a las actuales necesidades.

El galardón final ha recaído en Beatriz Anaut Fuertes, por la rehabilitación de una vivienda en Garde. La intervención premiada consiste en la reforma de una borda centenaria situada en el casco urbano de Garde, pequeña localidad de 148 habitantes del pirineo Navarro, para habilitarla como su vivienda habitual. Para ello, se transforma una antigua construcción de planta baja y primera, de tipología tradicional de muros de piedra y cubierta de teja, antiguamente destinada a almacén agrícola y ganadero, actualmente en desuso.

Además, la premiada es una joven ganadera que continua con la actividad familiar y decide fijar su residencia en su localidad natal manteniendo así la actividad del valle y fijando población.Los trabajos han sido realizados por gremios de la zona, favoreciendo el emprendimiento local y el desarrollo socioeconómico del valle.