Los incendios que sacudieron Navarra hace un mes fueron un no parar también para los Guardas Forestales de la comunidad, quienes durante esos días guiaban a los efectivos de bomberos por las pistas y montes y ayudaban además con las labores de extinción y con cualquier otro trabajo que fuese necesario. Así lo cuentan Iosu Alcuaz y David Ruiz de Alda, dos de los diez guardas forestales que hay en la demarcación de Tafalla-Sangüesa. Alcuaz, de Tafalla y Ruiz de Alda, de Estella, y ambos de 33 años, recuerdan aquellos días como un “tremendo caos”. “Llegábamos a casa a las cuatro de la mañana y te despertabas a las siete ya con la preocupación de volver a los incendios”, relata el de Tafalla, que lleva once años como guarda forestal. Ahora, el guarderío trabaja en la evaluación de los daños de la fauna, flora y de los cercados ganaderos de las zonas afectadas.

La zona cercana a San Martín de Unx, calcinada por las llamas.

El monte que rodea San Martín de Unx tiene cientos de hectáreas arrasadas y los forestales, hacha y herramienta en mano, evalúan el estado de los pinos. “Si el fuego hubiera pasado más despacio, se habría quemado solo la superficie y habría acículas que expulsa el pino en el suelo. Como el fuego cogió tanta altura, se han quemado los pinos enteros, así que ahora el único aprovechamiento forestal que hay, es la madera, porque al quitar la capa negra se ve la madera blanca”, explica Alcuaz. Según explican los forestales, esta es la primera tarea a realizar tras los fuego ya que, de lo contrario, la madera podría perderse. “Según pasa el tiempo la madera se va poniendo marrón y entonces ya no vale para la industria maderera. Por eso hay que hacerlo cuánto antes”, añade.

Por ello, el guardería está asesorando a los Ayuntamientos de la zonas afectadas que soliciten la explotación forestal de lo que se ha quemado para que ellos realicen parcelas de muestreo. “Para hacer ese estudio venimos a una masa forestal y hacemos parcelas. Cogemos un radio determinado, vemos cuántos árboles hay y qué diámetro tienen y luego lo extrapolamos. Así, hacemos un muestreo con unos metros cúbicos aproximado y eso es lo que saldría a subasta o para que lo vendan los ayuntamientos”, relata Ruiz de Alda.

Vegetación calcinada

En los término de Ujué y San Martín por donde ha pasado el fuego, toda la vegetación está totalmente calcinada y no se ve ni una zona verde, por eso los forestales dicen que no merece la pena dejar nada. “Lo suyo sería volver a plantar pino laricio para que dentro de unos 50 años haya otra masa de buena calidad para que los Ayuntamientos puedan volver a sacar ese aprovechamiento”, asegura Alcuaz. Ambos calculan que estos bosques tardarán unos 50 o 60 años en volver a estar como antes del fuego, aunque puede verse ya cómo han salido algunas de las especies mediterráneas que están más adaptadas al fuego y tienen la capacidad de regenerarse más rápido.

Pero la vegetación no es la única pérdida a causa de los fuegos, sino que también se cree que las llamas han acabado con muchos de los animales. “Hemos visto que se han quemado los huevos de las aves que crían en el suelo y también han sufrido mucho las perdices. En txopos y pinos donde crían el milano real y el águila calzada no ha quedado nada porque los nidos se han perdido”, aseguro Ruiz de Alda. En mamíferos han visto calcinados jabalíes y corzos que no han podido huir de las llamas o que al meterse de en barrancos han muerto asfixiados. “Y lo que no vemos, reptíles, insectos... El destrozo ha sido muy potente”, lamenta el forestal.

En el término de Ujué, donde el incendio afectó algo menos, los guardas evalúan los daños en los cierres ganaderos sacando los metros lineales que han sido afectados. “Así, cuando lleguen futuras subvenciones o inversiones del Gobierno de Navarra, cada Ayuntamiento sabrá qué porcentaje de lcierre se le ha quemado. aquí por ejemplo en Ujué se les ha quemado un cierre entero y gran parte de otro, ya lo tenemos inventariado entonces ahora cuando decidan el tema de las subvenciones, aquí ya saben que tienen estos dos cierres afectados. Esto es importante para que los ganaderos pueden volver a ejercer sus trabajos en las mejores condiciones posibles.Hemos visto que estos fuegos se paran sobre todo con la ganadería extensiva, con la gestión forestal a tiempo y luego con los cierres de ganadería que evitan que los fuegos vayan demasiado rápido y se pare en las zonas que están pastoreadas. Uno de los problemas es que ahora mismo ya no hay tantos pastores y ganaderos como antes, porque las condiciones son difíciles. Por eso creemos que hay que hacer infraestructuras ganaderas para que estos trabajadores tengan unas condiciones dignas, con sus vacaciones y tiempo libre. Por eso hay que invertir para esto, en cierres que tengan un punto de agua. Esto evitaría la continuidad de la masa. buscar masas forestales autóctonas, masas de pinar, pastos con cierre ganadero.. eso evitará que futuros incendios sean de tanta superficie y no cojan tanta virulencia. Aquí el Ayuntamiento solicitó una explotación forestal y nosotros hacemos parcelas para calcular cuánto volumen de madera hay. Se intenta que tengan una distribución espacial correcta para que las copas de los pinos no se toquen. David: Así el árbol crece mejor y la madera tiene más calidad, lo que beneficia al pueblo y quita combustible al monte y evitas el riesgo de incendios. En Ujué hay mucho ganado y por eso se pueden permitir dejarlo sin tanta densidad.

“Hay 15 puestos de guardas que están sin crear y se supone que se tenían que crear este año. Así como en la zona norte hay un eprif, un grupo del ministerio, que su trabajo es hacer quemas prescritas para evitar incendios y para la mejora de pastos. Solo se ha dado prioridad a la zona norte de Navarra y aquí en la zona media sería una buena herramienta para prevenir y evitar estos incendios. Así los sitios al rededor de los pueblos que en verano sean susceptibles de propagar el fuego pues que se quemen en invierno. De esta forma se evitarían estos incendios tan grandes. Es una inquietud que nos ha trasladado también algún alcalde de esta zona.