Un total de 1.021 pacientes ingresaron en la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Navarra en 2021, tal y como se recoge en el Registro de Ictus del Servicio de Neurología del centro, que se puso en marcha en 2019. El 80-85% de los casos corresponden a ictus isquémico o accidente isquémico cerebral y el 11% a ictus hemorrágico. Los ingresos de pacientes de 40 a 65 años en esta Unidad van en aumento, en 2021 fueron 214 casos, y hasta octubre de este año son ya 206.

A la vista de estos datos, la neuróloga María Herrera, de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Navarra, afirma que el ictus “no es una enfermedad exclusiva de la población envejecida, sino que nos afecta a todas las personas, también a aquellas más jóvenes en edad laboral, lo que está generando un aumento del número de supervivientes que tiene un impacto en nuestro entorno social, sanitario, económico y familiar muy importante”.

Este sábado, 29 de octubre, se conmemora el Día Mundial del Ictus, una enfermedad que en Europa representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en adultos, así como una de las principales causas de demencia, con el consiguiente impacto social y económico.

El ictus es un problema de salud causado por una alteración repentina del flujo sanguíneo al cerebro, bien por obstrucción de una arteria por un trombo (ictus isquémico) o bien por ruptura de un vaso sanguíneo produciendo una hemorragia (ictus hemorrágico), lo que origina un daño cerebral a menudo de forma permanente. De las personas que sobreviven al ictus, un 50% permanece con secuelas pero puede realizar vida autónoma, y un 25% queda con secuelas severas.

Según el estudio Ictus: Plan de actuación en Europa 2018-2030 de la European Stroke Organisation (ESO) y la Stroke Alliance For Europe (SAFE), si no se toman medidas para una mejora en la prevención y unos hábitos de vida más saludables, los casos de ictus habrán aumentado un 34% en 2030.

Navarra: la incidencia no desciende en la población menor de 65 años y el descenso en la mortalidad genera mayor número de supervivientes con discapacidad

En Navarra, según los últimos datos publicados, correspondientes al periodo 2009-2016, del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), hay un descenso global en la incidencia de ictus, sin embargo, el aumento de la población envejecida de Navarra de la última década hace que el número total de ictus vaya en aumento.

Además, según afirma la Dra. Herrera, “la incidencia no ha descendido en la población menor de 65 años, debido probablemente a distintas causas como los estilos de vida no saludables, los factores de riesgo cardiovascular en esta población están en aumento, las estrategias de prevención de riesgo vascular están incidiendo menos en estas edades y las causas de ictus en esta franja de edad son más heterogéneas”.

Según esta misma fuente, la mortalidad (número de fallecimientos por ictus anual) en 2017-2021 también ha descendido significativamente en mayores de 75 años, debido sobre todo a la mejora de los tratamientos y de la calidad asistencial a estos pacientes. Esto se traduce en un número creciente de personas mayores supervivientes a un ictus.

Más de un 80% de los ictus son evitables si se conocen y tratan sus factores de riesgo

Más del 80% de los ictus son evitables si se tratan sus factores de riesgo. Los principales son fundamentalmente la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, el colesterol alto, el consumo de tóxicos y tabaquismo. Todos estos factores están interrelacionados entre sí. Su control mediante el autocuidado y las estrategias de prevención primaria han demostrado ser eficaces en la prevención de ictus

Los estilos de vida que favorecen estos factores son la falta de ejercicio físico, el estrés y falta de sueño y la mala alimentación.

Mención especial como causa de ictus merece la fibrilación auricular, arritmia cardiaca muy frecuente en pacientes con los anteriores factores de riesgo, pacientes de edad avanzada (especialmente mujeres) o con patologías cardiacas.

Es esencial reconocer los síntomas de ictus y avisar rápido para acceder al tratamiento lo antes posible

Los principales síntomas que pueden indicar que una persona está sufriendo un ictus consisten en la aparición de manera brusca, de síntomas como desviación de comisura bucal, parálisis (total o parcial) o alteración de la sensibilidad de una parte del cuerpo, o bien la pérdida total o parcial de la visión, trastornos del habla o de la comprensión del lenguaje, o dolor de cabeza brusco y muy intenso.

Cómo reconocer un ictus. Archivo

Ante estas situaciones, aunque se presenten de manera transitoria o breve, es importante llamar inmediatamente al 112, que activará un protocolo de actuación llamado Código Ictus.

Navarra cuenta con este protocolo, revisado y actualizado en 2021, y recogido en un Documento Código Ictus: organiza y recoge la actuación ultra rápida y coordinada de toda la cadena de profesionales y recursos sanitarios que intervienen en la atención urgente al paciente con ictus pertenecientes a los servicios de Urgencias-Emergencias Extrahospitalarias, Urgencias Hospitalarias, Neurología, Radiología y Neurorradiología Intervencionistas. Este documento incluye en su versión de 2021 un apartado específico para la actuación en caso de ictus en edad pediátrica.

Tras el tratamiento inicial, los pacientes ingresan en la Unidad de Ictus (que actualmente dispone de 8 camas). Posteriormente, son trasladados a la planta de Neurología o derivados de nuevo a sus hospitales de referencia.

Comienzan entonces otras fases del proceso de la enfermedad en las que se realiza el estudio focalizado en encontrar la causa del ictus, se inicia la neurorrehabilitación, se tratan las complicaciones y se establecen las medidas de prevención y tratamiento a largo plazo. Estas fases comprenden no sólo el ingreso sino los primeros meses tras el alta, y requieren de una atención continuada e integrada que incluye a profesionales de Atención Primaria, Trabajo Social, y a diferentes especialidades hospitalarias además de Neurología (Rehabilitación, Neurocirugía, Cirugía Vascular, Neurorradiología, Cardiología, Unidad de Cuidados Paliativos, Nutrición).

Ayudas de Salud a daño cerebral en 2022: 111.246 euros

El Departamento de Salud ha destinado en 2022 un total de 111.246 euros en ayudas al daño cerebral en Navarra.

En concreto, 58.698 euros, en ayudas a programas de atención al Daño Cerebral Adquirido Infantil. Además, en ayudas destinadas a daño cerebral (incluye personas adultas) se destinan otros 52.548 euros.