Presa del pánico, de los golpes que recibía en forma de puñetazos y con algún objeto contundente, la mujer salió huyendo de su vivienda y llamó al timbre de su vecina para que alertara a la Policía. Ella no podía hacerlo porque su exmarido, además de golpearla, le había roto el móvil estampándolo contra el suelo. Ahora, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra ha confirmado una condena para este hombre de dos años de prisión por un delito de lesiones con una orden de alejamiento de su pareja de 300 metros durante tres años. Además, tendrá que hacer frente a una multa de 450 euros por un delito leve de daños. La expareja renunció en la vista oral a todo tipo de acciones penales y civiles y no declaró en contra de su marido.

El maltratador recurrió la condena que le impuso el Juzgado de lo Penal número 5 de Pamplona, pero ahora el tribunal ha confirmado los términos de la sentencia. En la resolución queda probado que el 15 de abril de 2022, sobre las 23.30 horas, cuando el acusado se encontraba en la vivienda de quien había sido su pareja sentimental, en donde también se encontraban los hijos menores de ambos. Una vez que la mujer llegó a casa, el procesado se mostró molesto con su tardanza y comenzó a decirle que “era una puta” y que “seguro que venía de follar por ahí”. Luego, comenzó a darle puñetazos en la cara para después coger un jarrón y golpearle con él por todo el cuerpo. A continuación, le quitó el teléfono móvil y lo rompió. Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió laceraciones y heridas superficiales en la cara, en ambas manos y antebrazos, una lesión en el ojo izquierdo y un corte profundo en un dedo que requirió de dos puntos de sutura.

La Audiencia avala que los testimonios de referencia que ofrecieron en el juicio el médico y los agentes de Policía que atendieron a la mujer. “Fue una narración que hizo por sí misma cuando, donde y ante quien quiso hacerla Esos testimonios de referencia no suplen el testimonio directo de la agresión, pero sí prueban, en cuanto testimonios sobre lo percibido por el testigo, que aquella persona les contó voluntariamente un suceso que ellos escucharon.