Apoyo Mutuo denuncia la situación de una familia marroquí en Pamplona en "alta exclusión"

Según ha explicado a EFE Tere González Imaz, de la asociación Apoyo Mutuo, la familia llegó a mediados de marzo a Pamplona, después de un periplo que pasa por su salida de Marruecos en un camión de verduras (a cuyo conductor pagaron 2.000 euros) que durante tres días les llevó a Madrid.

Desde allí, ya en autobús -y con el robo de sus pasaportes por el camino- se trasladaron a Pamplona, donde habían adelantado un dinero por el alquiler de un piso, pero que resultó un engaño.

En la capital navarra han estado un mes en casa de un conocido de su pueblo en Marruecos, quien finalmente les instó a buscar otro alojamiento y el 28 de abril la pareja se encontró en la calle con tres niñas pequeñas.

De la mano de Apoyo mutuo, asociación a la que habían recurrido en ese tiempo para obtener alimentos y ropa, acudieron a la Policía Municipal de Pamplona, que les ha ido proporcionando bonos diarios para su alojamiento en una pensión mientras acudían hasta en cinco ocasiones a los servicios sociales del Ayuntamiento.

Allí pretendían iniciar un trámite habitual de acogida, que pasa por el empadronamiento para poder después escolarizar a las niñas, obtener una tarjeta sanitaria con la que tratar a la menor enferma y, tras la evaluación de si su situación es de alta exclusión, optar a una solicitud de Renta Garantizada, según González.

El problema, ha señalado, es que ni el Ayuntamiento ni el Gobierno foral tienen un recurso habitacional para albergar a familias con menores (los albergues son solo para adultos), y la solución, ha asegurado, sería la de la cesión en alquiler de un piso de propiedad municipal que permita a la familia vivir el proceso de acogida que despeje su futuro, especialmente el de la menor enferma, que ha tenido que ser atendida en estas semanas de urgencia.

Mientras, este lunes se acababa el plazo de diez días máximos en los que se ofrecen bonos de alojamiento como los que han tenido, si bien finalmente y de forma excepcional se les han concedido para tres días más.

"Lo más urgente está solucionado, pero no el problema de fondo", ha señalado a EFE Peio Lasa, de Apoyo Mutuo y acompañante de la familia, que lamenta que ni el Ayuntamiento y el Gobierno foral tengan un recurso habitacional para familias en situación de alta exclusión y que "se están echando la pelota uno a otro" sobre su responsabilidad para dar una solución al desamparo de esta familia.

Lasa ha explicado que, como novedad, este lunes el Gobierno de Navarra les ha señalado que deberían solicitar protección internacional, como paso previo para cumplir los requisitos de percepción de la Renta Garantizada, ha dicho, aunque a continuación ha lamentado que en este caso pedir protección internacional "sería un fraude de ley porque esta familia no sufre persecución ni huye de una guerra o de una catástrofe natural".

"Han salido de su país porque su hija pequeña tiene una enfermedad seria y es prácticamente imposible un tratamiento adecuado en Marruecos. Eso los convierte en emigrantes por razones de salud", ha planteado Lasa, quien ha criticado además "la manera restrictiva en la que el Gobierno de Navarra está aplicando, de forma reciente, la concesión de la Renta Garantizada", previa consideración de estas personas bajo protección internacional, algo que hasta hace poco no era necesario.

Por ello, ha urgido a "mover ficha" al Gobierno foral y reconsiderar este criterio, mientras la familia lleva "once días dando tumbos de un hostal a otro desde que los echaron de la casa. A la niña mayor se le ve triste, pensativa, la pequeña sufre crisis de ansiedad".

Preguntado al respecto, ha confirmado que "no contemplan la posibilidad de volver a su país, es una familia que se ha lanzando a esta aventura porque tienen una hija con una enfermedad seria para la que en Marruecos no tenían tratamiento", ha zanjado.