El ministro de Sanidad, José Miñones, ha advertido de que la COVID-19 "no ha desaparecido" a pesar del fin de la emergencia sanitaria internacional que decretó la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado viernes.

"Una emergencia que ha terminado pero que por desgracia no significa que el coronavirus haya desaparecido ni que podamos bajar la guardia. La COVID-19 sigue entre nosotros y se ha convertido en una enfermedad a gestionar en el largo plazo", ha resaltado el ministro durante su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados.

Por ello, Miñones ha defendido la necesidad de "seguir monitorizándola de forma continua y continuará mientras sea necesario". En este momento, tal y como ha recordado, la Ponencia de Alertas está trabajando en la transición a una Estrategia de Vigilancia y Control de la COVID-19, tanto en Atención Primaria como a nivel hospitalario, que integre la vigilancia de la gripe, el COVID-19 o el virus respiratorio sincitial (VRS).

Con cifras a 5 de mayo, procedentes del último informe publicado por el Ministerio, Miñones ha recordado que la incidencia de la COVID-19 "continúa en una situación de mucha estabilidad, exceptuando el período posterior a Semana Santa, en el que se observó un incremento medio de la incidencia del 2,3 por ciento entre los días 8 y 25 de abril".

Así, durante 2023 se ha producido un "continuo descenso medio diario del 0,8 por ciento". Sin embargo, tras el incremento de la incidencia posterior a Semana Santa, se ha producido "un ligero incremento en el número de hospitalizaciones y posteriormente de ingresos en unidades de cuidados intensivos".

"Como ya sabemos, estos episodios de aumento de incidencia, tras los periodos de mayor movilidad, suelen alcanzar su pico y, posteriormente, un descenso entre dos y tres semanas después de los días festivos", ha puntualizado.

En lo referente a ocupación hospitalaria, ha detallado que actualmente se encuentran en el 1,1 y el 2,1 por ciento de las camas disponibles en UCI y hospitalización convencional, respectivamente. En cualquier caso, ha precisado que sólo el 57,8 por ciento de los pacientes con COVID-19 ingresados en UCI y el 53,4 por ciento de los pacientes en hospitalización convencional están ingresados directamente a causa del coronavirus. En el resto de los ingresos son debidos a otras causas no relacionadas con la COVID-19.

De forma general, durante el año 2023 la situación de UCI y hospitalización convencional se mantiene "estable", según Miñones, con un "continuo descenso medio diario de 0,8 y 0,3 por ciento, respectivamente".

Por último, Miñones se ha referido a la vacuna de la empresa española HIPRA, que fue aprobada hace mes y medio en Europa como dosis de refuerzo para aquellas personas a partir de seis años que hayan recibido la pauta de la primera vacunación con una vacuna de ARN mensajero.

El ministro ha defendido que esta aprobación "ha supuesto todo un hito para la ciencia y la investigación española, que ha puesto también a nuestro país en boca de todos los países de la Unión Europea como ejemplo de innovación".

"Es un éxito que no sólo redunda en el interés nacional, sino que dota al conjunto de la sanidad mundial de una nueva arma con la que seguir haciendo frente a la pandemia y, además, con unas características técnicas insuperables y de gran consideración, como son las mejores condiciones de conservación o la mejor respuesta como dosis de refuerzo", ha remachado.