Aplicar medicina personalizada de precisión combinando los avances en el estudio de la microbiota y herramientas genéticas para mejorar el control de la diabetes tipo 2, es el objetivo del proyecto DiabeT2Predict.

Es un estudio impulsado por un consorcio multidisciplinar que integran Genbioma Aplicaciones, coordinador del proyecto, Patia, el Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces, y varios equipos de la Universidad de Navarra (del Departamento de Endocrinología y Nutrición y la Unidad de Ensayos Clínicos de la Clínica Universidad de Navarra); y CIMA LAB Diagnostics y el Centro de Investigación en Nutrición (CIN) de la Universidad de Navarra, que coordina a los grupos de trabajo de la Universidad de Navarra.

El proyecto ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación con 1,7 millones de euros y combinará la investigación en laboratorio con la aplicación directa de los resultados obtenidos en 230 voluntarios.

Según ha señalado el investigador principal del estudio, en la parte que corresponde a la Universidad de Navarra, Pedro González Muniesa, "nuestro objetivo es llegar a abordar de forma individualizada el control de la glucemia, entendiendo mejor a cada paciente y proporcionándole el tratamiento que necesita en función de la genética del paciente, pero también de su microbiota intestinal".

Para ello, se va a analizar la efectividad de una fórmula probiótica/postbiótica, desarrollada por Genbioma Aplicaciones, sobre la regulación de la glucemia a través de la modulación de la microbiota intestinal, junto a la aplicación de herramientas de análisis genético.

Además, gracias a la herramienta de predicción basada en la información genética de cada individuo desarrollada por Patia, se podrán diagnosticar aquellos individuos que desconocen padecer diabetes, permitiendo a cada individuo tomar decisiones conscientes adaptadas a su casuística.

"La prevalencia de la diabetes supone actualmente una pandemia mundial con previsiones de crecimiento a 780 millones de personas en 2045. En concreto, España ya es el segundo país de Europa con mayor tasa de incidencia de personas con diabetes sobre la población adulta y suma alrededor de 400.000 nuevos casos cada año", apunta González Muniesa.

"De ahí que sea necesario actuar de forma estratégica mediante nuevas tecnologías que contribuyan a mejorar el grado de control en personas con diabetes tipo 2 y su calidad de vida, lo que ayudará también a reducir el gasto sanitario, que supone aproximadamente el 9 % del gasto total sanitario en España, unos 13.430 millones de euros".

MICROBIOTA INTESTINAL

Estudios recientes evidencian que el estudio de la microbiota intestinal resulta clave para la prevención y progresión de la diabetes tipo 2 ya que su alteración conlleva disfunciones en el metabolismo glucídico a través de diferentes mecanismos como la insulinorresistencia y cambios en la permeabilidad intestinal, entre otros.

Por otro lado, el estudio de la genética de cada paciente permite discernir la heterogeneidad fisiopatológica de la diabetes en distintos subtipos, así como analizar factores de riesgo y realizar intervenciones específicas para controlar la patología y prevenir futuras complicaciones como enfermedades cardiometabólicas.

"El reto del proyecto se centra en generar conocimiento sobre el mecanismo de actuación de los probióticos/postbióticos y su efectividad en base a las variantes genéticas del individuo y a través de la modulación de la microbiota intestinal. Esto servirá como punto de partida para realizar pautas personalizadas que ayuden a mejorar el grado de control de la diabetes desde un nuevo enfoque multidisciplinar", señala el investigador.

De esta manera, la suplementación con ciertos probióticos/postbióticos se perfila como una novedosa estrategia nutricional complementaria a la medicación y a la dieta que ayude a regular la glucemia y a controlar la progresión de la diabetes.

"Lo novedoso de este estudio es que no pretendemos sustituir el tratamiento farmacológico, sino proporcionar a cada paciente toda la información que necesita para cambiar su estilo de vida y hábitos alimentarios, de forma que el tratamiento sea lo más efectivo posible", explica González Muniesa.

Además, puesto que se trata de una intervención nutricional, realizada en el Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces y en la Universidad de Navarra, la transferencia de las investigaciones del laboratorio a los pacientes es mucho más directa y no registra efectos secundarios ni se prevén interacciones con fármacos, por lo que es más segura.

Para llevar a cabo el proyecto se ha constituido un consorcio de empresas públicas y privadas que son referentes en los distintos ámbitos de actuación necesarios.