El calor y la falta de lluvia están en boca de todos, y no es nada raro teniendo en cuenta que la primavera llegó a Navarra con los embalses un 20% más vacíos que en la última década. No sobra agua, es un hecho, pero eso no quita para que en la Comunidad se desperdicien anualmente 13.218 millones de litros de este recurso tan preciado.

La última información disponible de la Estadística sobre el Suministro y Saneamiento del Agua que publica el INE muestran un escenario para nada esperanzador. Según ese estudio, que contiene datos de 2020, de los 298 litros por habitante y día que se suministró a la red de abastecimiento público, 55 se fueron por el sumidero, el 18,5%. Las causas son variadas van desde fugas o averías, hasta el mal estado o antigüedad de las tuberías de la red de suministro.

Los datos mencionados corresponden a las pérdidas reales de agua, a lo que hay que sumarle el agua suministrada que no se sabe bien dónde acaba, las pérdidas aparentes. Éstas responden, entre otras cosas, a errores de medida o fraudes, según César Pérez, jefe de la Sección de Planificación, Estudios y Ciclo Integral del Agua del Gobierno de Navarra.

En este caso, el agua no registrada, suma de ambas, supuso entre los años 2017 y 2021 el 32,7% de la dotación total, según datos del Plan Director del Ciclo Integral del Agua de Uso Urbano de Navarra 2019-2030. Ésto significa que casi uno de cada tres litros que capta el sistema de abastecimiento se desperdicia o no se sabe dónde acaba. El dato mejora en 1,2 puntos la situación de partida del Plan Director, que era de 33,9% en el periodo que transcurre entre 2011 y 2015.

En este contexto, Navarra (55 litros diarios por habitante) se encuentra por encima de la media en pérdidas reales de agua, siendo la media del Estado de 38 litros. Dos comunidades vecinas ocupan los primeros puestos en el pódium, con La Rioja liderando la lista negra (78), seguida por Cantabria (68) y Aragón (63). En contraste, la Comunidad Autónoma Vasca (25) y Madrid (8), muy alejada del resto, tienen el honor de ser las que menos agua despilfarran por fugas en los sistemas de canalización. En total, en el año 2020 se perdieron 651.826 millones de litros en el Estado, donde se calcula que para 2030 un 65% de la población sufrirá la escasez.

COMARCA A COMARCA

Por zonas, la Comarca de Pamplona tiene los mejores datos, con tan solo un 10,7% de pérdidas. “Son unos datos modélicos; bajar de ahí es prácticamente imposible”, celebra Pérez, y explica que al estar la población concentrada en un espacio pequeño es mucho más fácil detectar cualquier tipo de avería. La medalla de plata es para el sur de la comunidad, con 34,6% de agua no registrada, y completa el pódium la zona de Montejurra, con el 37%.

En contraste, las mancomunidades pequeñas, con poblaciones más aisladas entre sí, son las que tienen mayores pérdidas. “Cuanto más larga es la tubería mayor posibilidad de fuga hay, y además es más difícil detectarla”, cuenta. En la vertiente cantábrica y el Pirineo “no hay prácticamente mancomunidades”, por lo que la competencia de gestión del agua recae en los ayuntamientos, e incluso en los concejos. Así, Sakana es la zona donde más agua se pierde, con el 67,6%, seguida de cerca por Roncal, donde se deja de registrar el 65,2%, y el Pirineo Central, con un 62%. Por encima del 60 por ciento están también Baztan (61,9%), la zona del Alto Aragón (61,1%) y las cuencas del Urumea y Leitzaran (60,4%).

“El objetivo es no superar el 30%, individualmente, en cada una de las zonas de la Comunidad Foral”, explica el jefe de la Sección de Planificación, Estudios y Ciclo Integral del Agua, aunque reconoce que es una meta “ambiciosa”, al haber zonas por encima del 60%. “Cuando se hizo el primer plan en 2008 se dividió Navarra por cuencas para poder buscar soluciones enfocadas a cada situación concreta”, apunta.

CÓMO MEJORAR

Pérez comenta que la solución pasa por hacer inversiones en infraestructuras, como renovar redes antiguas en mal estado, impermeabilizar depósitos o reducir presiones excesivas en la red de distribución, y añade que “es importante que cada entidad local tenga un protocolo de detección temprana de fugas e intervenga con rapidez”. “El vigente Plan de Infraestructuras Locales contempla para 2023-2025 una inversión más de 32,3 millones para infraestructuras de abastecimiento”, asegura.

Las instituciones priorizan “aquellos sitios que tienen más problemas de agua”, y precisamente por eso, garantizar el suministro del 100 % de la población una de las principales preocupaciones. Sobre todo, inquietan aquellas que tienen las instalaciones más antiguas, “porque no dependen de grandes embalses o acuíferos, sino que obtienen el agua de pequeños manantiales de cabecera”. A ello se suma que pierden mucha agua al disponer de canalizaciones en peor estado y más antiguas. “Muchos ayuntamientos se están poniendo las pilas”, comenta Pérez, diversificando sus fuentes.

El dato

El 32,7% del volumen total de agua captada queda sin registrar.

Por zonas

Porcentaje de agua no registrada

  • Comarca de Pamplona 10,7%
  • Zona sur 34,6%
  • Montejurra 37%
  • Canal de Navarra 51%
  • Larraun, Ultzama, Atez... 52,4%
  • Irati 53,4%
  • Salazar 57,7%
  • Bidasoa 59,0%
  • Alto Aragón 61,1%
  • Baztan 61,9%
  • Pirineo central 62%
  • Roncal 65,2%
  • Sakana 67,6%