A la hora de iniciar sus estudios universitarios, la mayoría de las mujeres se decantan por las Ciencias de la Salud, mientras que la mayoría de los hombres lo hacen por la Ingeniería. Así lo demuestran los datos que expusieron esta semana Leyre Catalán, Edurne Barrenechea y Silvia Díaz, profesoras e investigadoras de la UPNA, en la Casa de Cultura de Villava-Atarrabia.
El 26,5% de las personas matriculadas en la rama de Ingeniería y Arquitectura en el curso académico 2021-2022 en el conjunto del país eran mujeres, el 73,5% restante, hombres. La pregunta que las profesionales se hicieron al analizar los datos fue: ¿Qué factores influyen en el alumnado a la hora de decidir a qué ámbito quieren dedicarse?
“En la escuela de Ingeniería Industrial observamos con preocupación que en cada curso académico que empezábamos había menos mujeres en las aulas. Cuando yo acabé la carrera éramos el 40% mujeres. Ahora la cifra ronda el 15%. Algo está pasando”, señaló Edurne Barrenechea, profesora en el Departamento de Estadística, Informática y Matemáticas en la UPNA y miembro del grupo de Investigación de Inteligencia Artificial. Para indagar en este problema realizó estudios y encuestas. “Las mujeres están desaparecidas en estas ramas y hay que saber por qué”, expresó.
“Las mujeres están desaparecidas en estas ramas y hay que saber por qué”
Objetivo
Con el fin de que las mujeres participen en el ámbito científico, en 2018 nació la Cátedra de Mujer, Ciencia y Tecnología de la UPNA.
Las once mujeres que forman parte de ella son Aranzu Jurío, Leyre Catalán, Patricia Aranguren, Silvia Díaz, Alicia Martínez, Marisol Gómez, Idoia San Martín, Amalia Ortiz, Edurne Barrenechea, Nora Millor y Gurutze Pérez.
Silvia Díaz, profesora del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y Comunicaciones, y miembro del grupo de Comunicaciones Ópticas y Aplicaciones Electrónicas, explicó los objetivos de la Cátedra.
“Al igual que le pasó a Edurne, yo veía que en los estudios científicos y tecnológicos había cada vez menos mujeres. Yo tenía inquietud y ganas de arreglar eso”, relató la experta. Por eso, el fin principal de la Cátedra es atraer a más mujeres al campo de la ciencia. “Es muy importante impulsar la investigación en este tipo de materias e incorporar las perspectivas de género”, puntualizó Díaz.
“Es muy importante incorporar la perspectiva de género en estas materias”
Actividades infantiles
Pero, ¿en qué consiste exactamente la Cátedra de Mujer, Ciencia y Tecnología? Barrenechea, entre risas, recordó el momento en el que le propusieron formar parte del grupo. “Éramos once mujeres. Me dijeron que tenía que hacer teatro y yo no entendí nada”, narró con una mirada rápida hacia el pasado. Y es que la Cátedra es un espacio donde reina la diversión, el entretenimiento y la cultura. Por eso entre sus principales actividades se encuentra una representación teatral. La obra, titulada Yo quiero ser científica, se basa en monólogos encadenados que hablan de científicas del pasado. “Es una obra para niños. Fingimos salir de una máquina del tiempo en la que se van proyectando imágenes de esas científicas”, detalló Díaz.
Entre 2018 y 2022 han sido más de 10.000 personas las que han acudido a ver el espectáculo, que se ha desplazado por lugares como Pamplona, Estella, Sangüesa, Zaragoza, Logroño y Oviedo.
“Con el teatro infantil queríamos dar a conocer a esas científicas del pasado que han llevado a cabo contribuciones muy importantes en la ciencia y que desgraciadamente la mayoría son desconocidas”, destacó Díaz.
Como eran muchos los centros escolares que acudían al teatro a aprender sobre la mujer y la ciencia, a la Cátedra se le ocurrió organizar un concurso. En sus tres ediciones han recibido más de 200 trabajos de 20 colegios navarros. Actualmente, la convocatoria está abierta hasta el 26 de mayo, y se aceptan redacciones, dibujos y todo tipo de creaciones.
Para alumnado universitario
Leyre Catalán, profesora del Departamento de Ingeniería y miembro del grupo de Ingeniería Térmica y de Fluidos, subrayó que “para que en el futuro ocurran cosas maravillosas hacen falta más científicas”. Bajo este contexto surgió la iniciativa de visibilizar el trabajo del alumnado universitario. “Se nos ocurrió dar premios a los mejores trabajos de fin de estudios para enseñar a la sociedad iniciativas que son muy interesantes y que las personas desconocen”, explicó la profesional.
"Para que en el futuro ocurran cosas maravillosas hacen falta más científicas"
Para alumnado de Secundaria
Además, Catalán reconoció que son muchas las personas que tienen ideas preconcebidas sobre la ciencia, en especial los y las estudiantes de Secundaria. “Se piensan que ser científico es ser friki o que ser científico es no tener vida social, y todos esos prejuicios tienen que desaparecer”, indicó la ingeniera.
Para este tipo de público se creó el proyecto STEM, en el que mentoras jóvenes que estudian un Máster o realizan el doctorado desarrollan actividades con alumnado de Secundaria. “Hay talleres de química, de energías renovables, de inteligencia artificial...”, relató Catalán. En concreto, la Cátedra cuenta con la colaboración de 16 estudiantes que han conseguido ayudar a 1.334 alumnos y alumnas de cuatro colegios de Navarra.
