El alcalde de Cintruénigo, Óscar Bea, se mostraba satisfecho este mediodía de la rápida actuación de los bomberos y de los servicios de emergencia y policiales que han contribuido a la extinción ágil del incendio en una nave de reciclaje de la localidad, que en un primer momento ha generado una importante nube tóxica. Bea recordaba que "durante 45 minutos hemos emitido mensajes a la población a través de redes sociales para que no se acercaran al lugar y para que cerraran los domicilios y una vez que se ha superado ese tiempo el peligro ha pasado y se ha quedado en un susto.

En el momento en el que no ha habido que lamentar ninguna desgracia personal, hay que felicitarse porque todo se ha resuelto bien aunque obviamente ahora toca hacer valoración de los daños e investigar el origen".

Óscar Bea, alcalde de Cintruénigo

Óscar Bea, alcalde de Cintruénigo

REDES SOCIALES PARA DIFUNDIR Y DESALOJO

El alcalde afirma que en los primeros momentos no se sabía muy bien el alcance de las llamas, ya que "al principio se escuchaban explosiones dentro de la nave, seguramente porque se estaban quemando neumáticos o botes de pintura, y en esos momentos ha habido cierta confusión porque había gente a través de redes sociales que pedían el cierre del colegio y de instalaciones. Pero los bomberos nos han comentado que las recomendaciones debían ceñirse a viviendas cercanas y que no había necesidad de tomar más medidas, siquiera avisar a Fitero porque el viento soplaba hacia allí".

El primer edil regionalista recordó que "siempre tienes la incertidumbre porque no sabes realmente qué material se estaba quemando dentro de la nave, pero por suerte hemos visto desde un primer momento que el viento soplaba en dirección contraria al casco urbano de la localidad y eso nos ha beneficiado. Ahora ya ha desaparecido el riesgo y solo se controlará el paso por las cercanías de la nave o que se haga con mascarillas de protección", comenta el regidor.

El propio Bea informaba que la situación de la nave incendiada, en una de las calles traseras y por tanto más alejadas del polígono, ha permitido también que la afección fuera menor, aunque sí que ha habido que desalojar varias empresas cercanas de electricidad o de cristalería.