Los cadáveres de dos montañeros catalanes que murieron de frío en el macizo de Carlit fueron recuperados este lunes, tras tres días de búsqueda, según ha informado el Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña (PGHM) de Bolquère.

Un portavoz ha detallado que los cuerpos fueron trasladados a un hospital por un helicóptero de Protección Civil con base en Perpiñán después de haber sido avistados por otro helicóptero del PGHM cuando las condiciones meteorológicas permitieron su vuelo, algo que no había sido posible durante el fin de semana.

Murieron congelados

Los dos montañeros - Francisco, de 56 años, y Joaquín, de 54- eran naturales de Rubí (Barcelona) y contaban con amplia experiencia en la montaña. De hecho, estaban federados a la Federación de Entidades Excursionistas de Catalunya (FEEC) y pertenecían al club excursionista DonaAlpina del Vallès.

Tras conocer el fallecimiento de ambos, el Ayuntamiento de Rubí ha decretado tres días de luto y ha trasladado sus condolencias a familiares y amigos, según han informado fuentes del consistorio catalán. La propia alcaldesa de Rubí, Ana Maria Martínez, ha afirmado estar "consternada por la noticia".

Los servicios de emergencia franceses hallaron a los dos excursionistas congelados en las proximidades del Tossal Colomer, una montaña próxima al pico Carlit, que es el techo de esa parte oriental de los Pirineos franceses.

Llamada de socorro

Las víctimas de este último accidente mortal en la montaña habían iniciado su ruta el pasado viernes y el sábado llamaron por teléfono a los servicios de rescate para pedir ayuda, pero sin poder dar una indicación precisa de su localización.

Las condiciones meteorológicas muy adversas en la zona, con vientos de 120 kilómetros por hora y temperaturas de quince grados bajo cero, hacían totalmente imposible el vuelo de los helicópteros, por lo que se inició su búsqueda por equipos a pie, pero sin resultados.

Ayer, con un tiempo más favorable para sobrevolar la zona, los dos montañeros fueron avistados por un helicóptero del Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña (PGHM).

Rachas de viento y nieve

Al parecer, ambos pretendían bajar por el lado norte del macizo hasta una cabaña para pasar la noche, pero que se vieron sorprendidos por una tempestad de viento y nieve.

Con un visibilidad muy reducida por esta tempestad, los dos montañeros no lograron alcanzar este refugio y se vieron obligados a pasar la noche al raso, lo que causó su muerte debido a las bajas temperaturas.