El exceso de consumo energético de los edificios residenciales es uno de las principales causas del cambio climático. Con el fin de poner solución a esta problemática podemos a título particular mejorar nuestras viviendas y la eficiencia de las mismas. Por ejemplo, podemos optar por elegir unas ventanas con doble o triple cristal, utilizar bombillas y electrodomésticos de bajo consumo o grifos con cabezales.

Pero si queremos realizar mejoras sostenibles a gran escala, entonces debemos optar por realizar medidas de eficiencia energética más ambiciosas como propietarios de una comunidad de vecinos. De esta manera, conseguiremos cuidar nuestro entorno además de mejorar la calidad de vida de las viviendas así como la de sus inquilinos.

De hecho, según indica una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache, el 55% de los navarros tiene pensado hacer cambios en su vivienda para ahorrar energía. Asimismo, el 70% de los encuestados considera que su edificio no tiene un buen aislamiento térmico.

Desde la Unión Europea se están impulsando numerosas políticas para conseguir descarbonizar el parque inmobiliario de aquí a 2050. Lo que esperan las instituciones es que, terminando con las ineficiencias del parqué inmobiliario, este volumen energético se reduzca significativamente. Este compromiso energético con el medio ambiente es factible debido a que las medidas que se han fijado desde la Unión Europea son económicas y accesibles para todos, además de ser bueno para el planeta e incidir positivamente en la calidad de vida de las personas.

Beneficios de la eficiencia energética

En los tiempos que corren es importante mirar por el bolsillo, por esa razón los edificios eficientes suponen una buena alternativa para reducir gastos. Un edificio aislado correctamente evita gastos que se pueden evitar en calefacción, aire acondicionado e iluminación.

El aislamiento también permite que los inquilinos vivan en mejores condiciones y les repercuta en la salud, puesto que la calidad del aire es mayor debido a los sistemas de ventilación eficientes.

Sí bien es cierto que este tipo de construcciones suelen ser más costosas, su rentabilidad es mayor y la inversión se amortiza a corto plazo. Asimismo, la calidad de los edificios eficientes permite una mayor durabilidad de los mismos lo que también reduce el número de reformas y sus consiguientes gastos.

Otro de las factores a tener en cuenta es que genera empleo y mejora la economía. Durante la próxima década, la Unión Europea tiene previsto crear en torno a 400.000 empleos nuevos relacionados con el establecimiento de medidas de eficiencia energético. El Consejo de la Unión Europea asegura que “en sus decisiones de inversión, los Estados miembros tendrán que prestar especial atención a los mecanismos destinados a fomentar la participación de las pymes, poner el punto de mira en los edificios menos eficientes desde el punto de vista energético y reducir los riesgos que perciben los inversores en las operaciones de eficiencia energética”. De hecho, el Consejo ha acordado que a partir de 2028, los edificios nuevos propiedad de organismos públicos serán edificios de cero emisiones.

Los edificios eficientes están cada vez más presentes en nuestra sociedad. Una sociedad moderna que requiere de mejoras en tecnología y construcción, lo que da lugar a edificios eficientes que nos hacen la vida más fácil.