Aprovechando el trazado del antiguo ferrocarril minero de Zerain y Mutiloa, la vía verde Mutiloa-Ormaiztegi, en pleno Goierri, es una oportunidad única para disfrutar del paisaje de la comarca adentrándose en su pasado minero. Y es que las minas de hierro y carbón fueron durante muchos siglos uno de los principales activos económicos de esta zona de Gipuzkoa. 

Cabe destacar que si la de Mutiloa fue la última mina explotada en Gipuzkoa (la compañía Eximinesa trabajó la zona hasta los años 70), hay vestigios de que ya en la época romana había actividad en la zona, tal y como lo demuestran los topónimos del lugar: Troi, Barbari o Romanos, entre otros. Desde la Edad Media y hasta el siglo XVIII, Mutiloa fue el principal abastecedor de hierro de Gipuzkoa. A finales del siglo XIX la compañía vizcaina Mineral de Mutiloa S.A. se apropió de las concesiones mineras, transformó el paisaje y dotó de las infraestructuras necesarias, como la línea férrea que conectaba con las minas de la estación de Ormaiztegi, a la explotación. Sin embargo, la actividad minera fue decayendo en el siglo XX y, aunque durante la Guerra Civil experimentó un pequeño repunte, para los años 70 se paró la explotación. 

Desde la Edad Media hasta el siglo XVIII, el coto minero de Mutiloa fue el principal abastecedor de hierro de Gipuzkoa

Sin embargo, décadas después, los vestigios mineros son patentes en la zona. Depósitos, diques, molinos o escombreras asaltan al visitante a lo largo de los 4,5 kilómetros de esta vía verde que transcurre por la montaña, por lo que pese a su corto recorrido, tiene empinadas rampas que dificultan un poco el camino.

La ruta discurre entre la ladera de Lointzi en Ormaiztegi y el caserío Barnaola de Mutiloa, está debidamente señalizada y cuenta con paneles informativos a lo largo de todo el recorrido. 

A la salida de Ormaiztegi, y una vez superado el viaducto ferroviario de Alexandre Lavaley, mentor de Gustave Eiffel, comienza un duro repecho que desemboca en el bosque que conecta con el alto de Liernia. Aquí comienza un recorrido rural, con imponentes vistas a las sierras de Aitzgorri y al monte Txindoki, perfectamente indicado, que llega hasta el caserío Barnaola atravesando Potxueta, Iturgorri y Makinetxe. 

Información práctica

  • 4,5 Kilómetros. Es la longitud de la vía verde de Mutiloa hasta Ormaiztegi. Adicionalmente el camino del Troi o acceso a la vía verde desde Mutiloa tiene 1,9 kilómetros. Se trata de una vía verde de montaña, por lo que a lo largo del camino existen varias rampas empinadas. 
  • Características. Se trata de un camino apto para senderistas pero con dificultades en el camino del Troi: la primera mitad trascurre por carretera; la segunda mitad posee fuertes rampas. Se recomiendan los accesos de Liernia y Ormaiztegi.
  • Pasado minero. El origen de esta vía verde es el antiguo trazado ferroviario de los cotos mineros de Mutiloa y Zerain. Para adentrarse en la tradición minera de la comarca de Goierri, la ruta puede completarse con la vista al Centro de Interpretación de la Minería, a los tres grandes hornos de calcinación y al interior de una galería minera en la Montaña del Hierro de Zerain.

Barnaola es el final del trayecto, aunque desde aquí los senderistas pueden continuar el recorrido hasta el nacimiento del río Troi por Mañastegizahar y Gezurmuño, en pleno coto minero, bajar desde Barnaola hasta Mutiloa y desde ahí subir a Liernia por carretera de dos kilómetros o regresar a Ormaiztegi por la misma senda utilizada. 

En el camino, además de la belleza del paisaje, se puede disfrutar de las huellas mineras de la comarca. Junto al caserío Monastegizar, por ejemplo, se encuentran los restos de la vertedera, el depósito de agua, el depósito de minerales y el lavadero.

En Troi se pueden ver tres molinos y dos balsas de decantación. Por otro lado, junto al caserío Barrenola, donde se encontraba la sede social de la compañía, se pueden ver todavía los restos de un antiguo cargadero de mineral, de una gran tolva de descarga y de dos diques que se construyeron en el arroyo Troi.