MADRID. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este sábado que las medidas para hacer frente al coronavirus "son drásticas y van a tener consecuencias" y ha defendido que al Gobierno no le va a "temblar la mano para ganar al virus".

Sánchez se ha pronunciado en estos términos en su comparecencia en el Palacio de la Moncloa tras el Consejo de Ministros que ha acordado declarar este sábado el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, tras más de siete horas de reunión.

Sánchez, en la comparecencia posterior a la sesión del Consejo de Ministros extraordinario que ha aprobado el decreto del estado de alarma como consecuencia de la propagación del coronavirus por España, ha destacado que todas las administraciones, en todo el país, tendrán que encaminarse a "reducir" la epidemia y "por fin eliminarla".

"La victoria será total", ha recalcado acto seguido, cuando esté lista la vacuna.

Al igual que en comparecencias anteriores, el jefe del Gobierno ha pronosticado "semanas muy difíciles" de "esfuerzos y sacrificios".

Esfuerzos y sacrificios, ha añadido, que "empezarán a dar fruto" cuando se logre "el primer objetivo".

Ese objetivo será "doblegar la curva de propagación": "Cuando veamos que la curva no sube en forma de flecha, sino más lenta", ha afirmado antes de sentenciar: "Cuando el número de altas médicas sea superior a los nuevos infectados".

SIN IDEOLOGÍAS

El presidente ha asegurado que "a partir de mañana", en la relación con los presidentes autonómicos "no hay colores políticos, no hay ideología, no hay territorio; nuestros ciudadanos son lo primero".

Sánchez ha anunciado que mañana celebrará una reunión con todos los presidentes autonómicos "para garantizar la coordinación al más alto nivel".

"Todos deberán dejar de lado sus diferencias y situarse detrás del presidente del Gobierno; aprendamos de la constitución", en un momento en que los verdaderamente importante son los ciudadanos, ha subrayado.

ELECCIONES VASCAS Y GALLEGAS

Por otro lado, ha manifestado que ve "poco razonable" que se celebren las elecciones vascas y gallegas, convocadas para el próximo 5 de abril, pero ha querido dejar claro que es una competencia de los presidentes regionales, por lo que serán ellos los que tomen la decisión.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que ha aprobado el decreto del estado de alarma, Sánchez ha explicado que el Ejecutivo considera que las medidas de restricción en el movimiento de los ciudadanos que se imponen en esta norma dificultan la convocatoria electoral.

Según el presidente, ayer habló con los presidentes vasco y gallego, Iñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo, quienes le trasladaron que el próximo lunes tratarán este asunto con los diferentes partidos políticos de sus comunidades para "evaluar la situación" y será entonces cuando decidan "si proponen la suspensión de las elecciones hasta que pase esta crisis".

"Quedamos a la espera de la decisión que tomen y a partir de ahí, actuaremos. Desde el Gobierno creemos que es poco razonable celebrar las elecciones con estas medidas de restricción. La competencia, en todo caso, corresponde a ambos", ha dicho.

DEBATE INTERNO EN EL GOBIERNO

Sánchez ha defendido "las muchas horas" de debate interno que se ha producido en el Consejo de Ministros para aprobar el decreto del estado de alarma porque "ha sido enriquecedor".

"Tanto el vicepresidente -Pablo Iglesias- como el resto de ministros y ministras hemos tenido un debate sosegado, intenso y muy detallado sobre la casuística e instrumentos" que necesita el decreto aprobado, ha explicado Sánchez durante la comparecencia que ha ofrecido este sábado en el palacio de La Moncloa.

Se ha referido con estas palabras a las informaciones que se han ido publicado durante la jornada de este sábado en las que se ponía el acento en supuestas discrepancias entre los ministros del área económica y los de Unidas Podemos, en concreto Pablo Iglesias y la titular de Trabajo, Yolanda Díaz.

Diferencias que se habrían centrado, según estas informaciones, en el calado de las medidas económicas para paliar el impacto de la pandemia de Covid-19.

Sánchez ha indicado que han sido "muchas horas de debate", unas siete en concreto, pero ha apelado a la "discreción y la confidencialidad" que por ley deben tener las deliberaciones del Consejo de Ministros.

Las discusiones han pretendido "el mejor decreto" para lograr la protección de la salud pública de los ciudadanos.