El 70% de España, algo más de 32 millones de personas, estará el lunes en la fase 2 de la desescalada, al incorporarse las tres provincias de la Comunidad Valenciana, las cinco que faltaban de Andalucía y Castilla-La Mancha y la comarca castellanoleonesa de El Bierzo, al tiempo que estrenarán la fase 3 las islas canarias de El Hierro, La Gomera y La Graciosa y la balear de Formentera.

Con los últimos repuntes en Lleida, Murcia, Canarias y Ceuta bajo control, el Ministerio de Sanidad ha informado este jueves de 182 nuevos contagios diarios y 38 muertos en los últimos siete días.

El descenso paulatino de los contagios y, en consecuencia, de los ingresos hospitalarios y los traslados a las ucis han permitido que se haya ido normalizando la actividad de los grandes centros sanitarios, que ahora deben hacer frente a unas listas de espera que se han multiplicado en estos últimos meses, sin dejar de mantener una estructura paralela ante posibles rebrotes o una nueva ola del coronavirus en otoño.

Las peculiares características de esta crisis sanitaria, con buena parte de la población mundial confinada, derivó desde el principio en una crisis económica de hondo calado, que se puede ver agravada con movimientos industriales más o menos estratégicos como el que conlleva el cierre, anunciado este jueves, de la factoría automovilística en Barcelona de la firma japonesa Nissan, que afecta 3.200 trabajadores directos y unos 20.000 indirectos.

CAMBIO DE FASE

Formentera, en Baleares, y La Gomera, El Hierro y La Graciosa, en Canarias, se mantienen como avanzadilla en el proceso de desescalada y pasan a la fase 3. Accederán a la fase 2 la Comunidad Valenciana al completo; las provincias de Málaga y Granada, en Andalucía; y las de Toledo, Albacete y Ciudad Real, en Castilla-La Mancha; así como la comarca de El Bierzo en Castilla y León; las áreas sanitarias Central, Girona, Alt Penedès y Garraf, en Cataluña; y el municipio de Totana, en Murcia.

De esta manera, a partir del próximo lunes, el 70 por ciento de la población española (32 millones de personas) estará en fase 2, el 30 por ciento (15 millones) en fase 1 y 45.000 personas en fase 3. Sanidad ha descartado flexibilizar algunas medidas de la fase 1, como había solicitado por ejemplo la Comunidad de Madrid para la reapertura de centros comerciales con un aforo del 40 %, la vuelta a las aulas para preparar la EBAU y eliminar las franjas para los paseos

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha hablado de los brotes detectados en Lleida, Totana, Cuenca y Ceuta, y ha destacado que se han podido localizar precozmente y todos ellos están bajo control. A este respecto, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ha afirmado que los datos, cuyo cambio de criterio ha generado gran confusión en las últimas fechas, son "cada día de mejor calidad" y permiten identificar esos focos rápidamente.

El informe diario del Ministerio de Sanidad, que sigue revisando y reajustando las series históricas, ha informado de 38 nuevos muertos con coronavirus en los últimos siete días, aunque el total de fallecidos, 27.119, solo aumenta en uno respecto al último parte. Los casos diagnosticados en las últimas 24 horas son 182, 49 menos que ayer, de los cuales Madrid ha comunicado 67 y Cataluña 39.

El total de contagios desde el inicio de la emergencia sanitaria es de 237.906, 1.137 más de lo publicado ayer, después de que Cataluña haya engrosado su serie histórica con otros 678 infectados, con lo que ya ascienden a 58.427, aunque es Madrid la que sigue encabezando la lista con 68.451, 185 más.

Castilla-La Mancha y La Rioja no han tenido ningún nuevo diagnóstico, como tampoco Ceuta y Melilla; el País Vasco, Asturias, Baleares y Canarias solo han notificado uno y Murcia, Extremadura y Galicia 3 cada una.

El nuevo balance cifra en 301 las hospitalizaciones de los últimos siete días, la mayoría en Madrid (94) y Cataluña (76); y en 11 los ingresos en uci, 3 de ellos en Madrid y otros 3 en Castilla-La Mancha.

LISTAS DE ESPERA

Un efecto colateral especialmente pernicioso de la epidemia ha sido la "desatención" de otras patologías que precisan de diagnósticos tempranos o seguimientos pormenorizados. En pleno colapso hospitalario, muchos profesionales alertaron del problema, causa de muchas muertes paralelas a las ocasionadas por la covid-19, de la misma forma que advirtieron de lo que vendría después, el incremento exponencial de las listas de espera.

A finales de diciembre había en España un total de 704.995 pacientes a la espera de ser operados, la cifra más alta de los últimos 17 años, lo que implicaba una demora de 121 días de media, el doble que en 2010, aunque con notables diferencias entre autonomías.

Estos tiempos de espera, según fuentes sanitarias consultadas por Efe, se pueden haber duplicado por la pandemia, que ha obligado a cancelar consultas de especialistas, pruebas diagnósticas e intervenciones no urgentes, y su gestión ahora será aún más complicada por los circuitos hospitalarios específicos para la coivd-19, en puertas del verano.

Los expertos coinciden en que serán necesarios más recursos para evitar un eventual colapso por la acumulación de casos pendientes y retrasados por el temor a la pandemia, sobre todo en Madrid y Cataluña, donde la actividad hospitalaria durante semanas y semanas estuvo circunscrita prácticamente a las urgencias planteadas por el coronavirus.

La repercusión de la crisis sanitaria también se notará en adelante, según las fuentes, en la atención primaria, donde el tiempo para obtener una cita era antes de la pandemia de 72 horas, máxime teniendo en cuenta que ahora ha asumido el control de los nuevos casos y los correspondientes rastreos.

NISSAN Y LA CRISPACIÓN

El principal foco de atención de la jornada, el cierre de la factoría de Barcelona de la firma automovilística Nissan, no está directamente relacionado con la crisis sanitaria, porque es un asunto que viene de un poco más lejos, pero sí con la crisis económica derivada de ella que, según todas las previsiones, provocará un desplome sin precedentes del Producto Interior Bruto y del empleo en España y en el mundo.

El cierre de Nissan, que cuenta con 3.200 empleos directos y unos 20.000 indirectos, es una decisión estratégica que preocupa en el contexto general de lo que está ocurriendo con el sector de la automoción, por lo que el Gobierno y la Generalitat se han emplazado a seguir negociando y a buscar de forma paralela una alternativa.

Las reacciones a esta confirmación han seguido ilustrando la polarización rampante que domina el debate político en esta pandemia, con la variante añadida en este caso del procés, que ha salido del segundo plano en el que hiberna. De este modo, el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han culpado a la compañía, el PP, al Ejecutivo, también por su gestión sanitaria, y Cs y los populares catalanes, a la deriva independentista.

En ese plano de crispación y acusaciones cada vez más furibundas, hoy le ha tocado a Pablo Iglesias esculpir la frase del día, después de que ayer la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, le llamara "hijo de un terrorista". "Creo que a ustedes les gustaría dar un golpe de Estado, pero no se atreven", ha dicho Iglesias al portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, que ha abandonado la comisión parlamentaria para la reconstrucción.

Por la tarde, la diputada de Vox Inés María Cañizares acusó a los miembros del Gobierno de "pirómanos comunistas" cuando comparecía ante esa misma comisión la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.