el encuentro entre Donald Trump, y Pedro Sánchez en la cumbre del G-20 estuvo marcado por un gesto en el que el presidente estadounidense parece mandar sentar al jefe del Gobierno español. Nada más lejos de la realidad para Moncloa, que restó importancia a la escena y reproduce la versión de un miembro de protocolo que lo presenció todo y asegura que fue una broma.

Las imágenes de la cumbre en Osaka, retransmitidas por el Gobierno japonés, mostraban al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señalando al español Pedro Sánchez el asiento donde debía sentarse, unas imágenes que fuentes del Palacio de la Moncloa explicaron como “una broma” tras difundirse que el mandatario de EEUU había ordenado a Sánchez que tomara asiento. Fuentes del Ejecutivo aseguraron después que el encuentro entre ambos fue cordial e incluso Trump le comentó a Sánchez lo mucho que le gusta España, y negaron que el gesto tuviera una intención despectiva.

Las imágenes muestran a Sánchez saludando a Trump junto a la mesa del plenario y éste le responde, con gesto serio, señalándole su asiento. Sánchez, con una amplia sonrisa, se sienta en el lugar que le corresponde. No obstante, Moncloa explicó después, según una persona de protocolo que estaba allí, lo que sucedió es que Trump le hizo un comentario jovial, “tienes un buen sitio” en el salón donde se celebraba el encuentro, y Sánchez se rió de la ocurrencia. Así, las fuentes negaron que Trump le estuviera mandando sentarse.

En las imágenes también se pudo ver a Pedro Sánchez saludando al heredero saudí, Mohamed bin Salman, inmerso en graves problemas de reputación internacional por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, que le ha saludado con gran cordialidad cuando el socialista se acercó a estrechar su mano, y al presidente francés, Emmanuel Macron, hablando al oído de Trump antes de sentarse en su sitio.

La organización también difundió imágenes de los acompañantes de los líderes, que tuvieron un programa paralelo, y se pudo ver a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, participando en la visita a un jardín y departiendo con la mujer del presidente francés, Brigitte Macron.