MADRID. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el líder opositor Juan Guaidó han movilizado este viernes a miles de venezolanos en marchas simultáneas por Caracas, midiendo nuevamente sus fuerzas, esta vez, con la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta como telón de fondo.

Guaidó ha convocado a los suyos a las 10.00 (hora local) frente a la sede del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) para marchar hacia el cuartel general de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), cuerpo de seguridad que custodiaba a Acosta cuando murió, según denuncia la oposición, por las torturas sufridas.

La manifestación opositora se convocó como reacción a la muerte de Acosta el pasado sábado, aunque tiene lugar un día después de que la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunciara en un informe la reducción del espacio democrático en Venezuela y acusara al Estado venezolano de incumplir su obligación de garantizar el alimento y la atención sanitaria. El Gobierno culpó a la ONU de ofrecer una "visión distorsionada".

"Vamos a ir a marchar al lugar de la tortura, donde militares torturan a militares", ha dicho Guaidó, autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, en declaraciones a los medios de comunicación desde la Asamblea Nacional antes de que arrancara la jornada de protesta.

Miles de venezolanos han tratado de llegar hasta la DGCIM pero un cordón de seguridad se lo ha impedido. Guaidó ha instado a los uniformados que protegían la sede militar a sumarse a la concentración opositora porque "también es para defenderlos a ellos".

El jefe del Parlamento ha advertido de que, tras el informe de Bachelet, "los que pudieron prevenir las violaciones de los Derechos Humanos" y no lo hicieron "se convierten formalmente en cómplices". "Y yo les pregunto, ¿van a seguir protegiendo al dictador?", ha planteado en alusión a Maduro.

Según ha revelado, la fractura en el seno de las Fuerzas Armadas, pilar del Gobierno, es cada vez más profunda. Así, ha contado que exhibieron a Acosta en silla de ruedas, incapaz de hablar y con claros signos de tortura, porque "alguien dijo: 'Ya basta, llévenlo al juzgado para que vean lo que hicieron estos sádicos'".

Además, ha pedido "confianza" a los venezolanos en su plan de acción --"cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres"--, reconociendo que no lo había hecho "nunca" en estos meses, si bien ha considerado necesario hacerlo ahora para no perder el "momento".

No desmayemos, no llegamos aquí de gratis, nadie nos regaló nada", ha arengado a los venezolanos. "Asumo mis responsabilidad por las acciones que vamos a hacer, por las acciones que vamos a liderar", ha apostillado, sin explicar a qué se refiere.

MARCHA 'CHAVISTA'

Por otro lado, los 'chavistas' se han concentrado en la Avenida de los Próceres para conmemorar el 208º aniversario de la Declaración de Independencia de Venezuela en un "desfile cívico-militar" capitaneado por Maduro.

El presidente venezolano, arropado por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y por la cúpula militar, ha incidido en que "los hombres y mujeres de la digna Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se mantienen cohesionados", frente a los llamamientos de Guaidó para que deserten.

De hecho, ha anunciado que el 24 de julio se realizarán unas maniobras militares "en homenaje a nuestro libertador, Simón Bolívar, y al aniversario de la Armada Bolivariana". "Preparémonos para las batallas que estamos dando. No tengamos ni un segundo de descanso ¡Estamos en el lado correcto de la Historia!", ha proclamado.

Además, ha avanzado que la próxima semana "va a haber buenas noticias en relación con el diálogo en Noruega". "Ratifico mi llamado al diálogo por la paz. Venezuela quiere paz", ha afirmado, al tiempo que ha subrayado que Venezuela también es "generosa", según informa la prensa venezolana.

Guaidó le ha respondido desde la marcha opositora. "Aquí nadie se chupa el dedo. ¿Ustedes creen que vamos a ir a cualquier espacio para que ganen tiempo?", les ha preguntado a sus simpatizantes. "A todos los espacios a los que vamos es para ganar libertad", ha zanjado.

Representantes del Gobierno y de Guaidó iniciaron en mayo una serie de contactos en Oslo con miras a resucitar el diálogo que se ha resistido estos seis años para pactar una solución a la crisis política. Estaba previsto que esta semana volvieran a verse, pero la muerte de Acosta ha provocado la suspensión de los contactos.

La crisis política en Venezuela se agravó el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato de seis años que no reconocen ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional porque consideran que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.

En respuesta, Guaidó se autoproclamó mandatario interino el 23 de enero con el objetivo de cesar la "usurpación", crear un gobierno de transición y celebrar "elecciones libres". Ha sido reconocido por Estados Unidos, numerosos países latinoamericanos, así como varios europeos, entre ellos España.

Entretanto, más de cuatro millones de venezolanos han abandonado el país en los últimos años a causa de la crisis humanitaria que sufre la nación caribeña. La ONU advierte de que, si la tendencia continúa, a final de 2019 podrían sumar más de cinco millones.