SANÁ. Los separatistas suryemeníes que asumieron este sábado el control de Adén, sede del Gobierno yemení desplazado por la insurgencia huthi en el inicio de la guerra civil que asola desde hace cuatro años el país, siguen aferrados a sus posiciones a pesar de los avisos de Arabia Saudí, principal aliado internacional de las autoridades yemeníes, de que vuelvan a ceder el control de la zona al gobierno reconocido.

El golpe de Estado, como lo han reconocido las autoridades yemeníes, comenzó el pasado miércoles con el inicio de los enfrentamientos entre el Ejército yemení contra unas milicias llamadas Cinturón de Seguridad, a las órdenes del Consejo de Transición del Sur, un movimiento separatista que decidió, en su momento, prestar ayuda al Gobierno yemení con la confianza de que el presidente del país, Abd Rabbu Mansur Hadi, recompensaría su intervención contra la insurgencia -- el gran enemigo común -- con un estatuto de independencia.

Sin embargo, la coalición interna de fuerzas yemeníes terminó por romperse hace unas semanas cuando un tercer grupo en discordia, los islamistas de Al Islá, también aliados de Hadi pero radicalmente opuestos a los independentistas en sus perspectivas de futuro para el país, rompieron sus promesas de alto el fuego y efectuaron múltiples ataques contra los separatistas.

Los separatistas solo se han retirado del Palacio Presidencial que tomaron ayer, como medida de precaución tras un bombardeo de advertencia efectuado por los saudíes. La coalición que lidera el reino árabe ha realizado dos bombardeos este domingo: uno contra el palacio, el otro en el céntrico barrio de Crater, sin que se tenga constancia del número de víctimas hasta el momento. Los campamentos del Ejército yemení, que también conquistaron este sábado, siguen bajo su control.

Mientras, el rey saudí Salman se ha reunido con Hadi este domingo en la ciudad santa de Mina para discutir "las últimas evoluciones" de la situación y buscar "una solución estable", según ha informado la agencia oficial saudí SPA sin dar más detalles.

Además, en un intento por calmar las tensiones en Adén, Arabia Saudita ha invitado a las partes beligerantes a reunirse en su territorio. No se ha establecido una fecha específica para la reunión, aunque las autoridades saudíes consideran que el problema es "urgente".

40 MUERTOS, 260 HERIDOS

Al menos 40 personas han muerto y 260 han resultado heridas a causa de los recientes enfrentamientos en la ciudad, según datos publicados este domingo por Naciones Unidas.

"Es descorazonador que durante (la festividad musulmana de) Eid al Adha haya familias de luto por la muerte de sus seres queridos, en vez de celebrar juntos en paz y armonía", ha dicho la coordinadora humanitaria de la ONU para Yemen, Lise Grande.

En su comunicado, ha expresado sus "profundas y sinceras condolencias" a los familiares de las víctimas y ha recalcado que "las organizaciones humanitarias están sobre el terreno y continuarán sus operaciones".

"Nuestra principal preocupación ahora mismo es enviar equipos médicos para rescatar a los heridos. Estamos también muy preocupados por las informaciones sobre que los civiles atrapados en sus casas se están quedando sin comida ni agua", ha añadido.

En este sentido, ha pedido a las partes en conflicto que "cumplan con sus obligaciones bajo el Derecho Humanitario y hagan lo posible para proteger a todos los civiles yemeníes, de todas las partes del país".