WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este martes que su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, le ha presentado su dimisión a petición suya por las desavenencias constatadas con él.

"Anoche informé a John Bolton de que sus servicios ya no son necesarios en la Casa Blanca", ha informado Trump en su Twitter, precisando que le pidió que renunciara y este le ha presentado su dimisión "esta mañana".

"Estaba en desacuerdo con muchas de sus sugerencias, al igual que otros (miembros) de la Administración", ha justificado el mandatario, que puso a Bolton en el cargo en abril de 2018. Bolton era el tercero en ocupar el puesto desde que Trump llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 tras Michael Flynn y Herbert McMaster.

"Agradezco mucho a John su servicio", ha asegurado el presidente, que ha prometido anunciar a su sucesor la próxima semana.

Por su parte, Bolton ha dado a entender poco después que se ha enterado de que ya no es asesor de Seguridad Nacional por los 'tuits' de Trump. "Ofrecí dimitir anoche y el presidente Trump dijo 'ya hablamos de ello mañana'", ha escrito en Twitter.

Según había informado previamente la Casa Blanca, Bolton iba a participar en un una reunión informativa con la prensa junto al secretario de Estado, Mike Pompeo, y el del Tesoro, Steven Mnuchin.

Las desavenencias entre Trump y Bolton, considerado como un 'halcón' y partidario de una política exterior dura, han quedado de manifiesto en los últimos meses, principalmente en lo tocante a Irán y Corea del Norte, pero también sobre Afganistán, según destacan los medios. También habían sido palpables su diferencias con Pompeo.

El mandatario ha mantenido su mano tendida hacia el líder norcoreano, Kim Jong Un, con quien se reunió en junio en la frontera entre las dos Coreas, e incluso ha dejado abierta ahora la puerta a reunirse con el presidente iraní, Hasán Rohani, gestos que su asesor de Seguridad Nacional no veía con buenos ojos.

El hasta ahora asesor, que también trabajó a las órdenes de George W. Bush, se oponía igualmente al encuentro que Trump pretendía celebrar con los talibán en Camp David y que anuló en el último momento tras la muerte de un soldado estadounidense en un ataque ocurrido la semana pasada en Kabul.