La Cámara y el Senado del estado de Misisipi aprobaron este domingo el cambio de su bandera, la última en Estados Unidos que recuerda los estados confederados, que defendían la esclavitud.

Tras las protestas por los derechos de los afroamericanos y contra la brutalidad policial que causó la muerte, el pasado 25 de mayo, de George Floyd cuando era arrestado por un policía blanco, los legisladores estatales dieron vía libre a un proyecto que cambiaría el estandarte adoptado en 1894. Solo falta la aprobación del gobernador del estado, el republicano Tate Reeves, quien ya había anticipado su intención de avalar la iniciativa.

"La discusión sobre la bandera de 1894 se ha vuelto tan divisiva como la bandera misma y es hora de ponerle fin", publicó Reeves en su cuenta de Twitter, al urgir la aprobación del proyecto y asegurar que si se lo enviaban este fin de semana lo firmaría.

Medios locales indicaron que el proyecto establece que la bandera actual se elimine dentro de los 15 días posteriores a la aprobación del proyecto de ley. Además, crearía una comisión para el diseño del nuevo símbolo estatal, que no incluiría la bandera de la batalla confederada y añadiría las palabras "In God we trust" (En Dios confiamos), señaló el canal local WLBT.

Ese medio difundió en Twitter un video de los minutos que siguieron a la votación legislativa, en el que se observa que la bandera estatal, con un recuadro rojo cruzado por franjas azules con 13 estrellas y dividida en tres partes iguales con franjas con los colores azul, blanco y rojo, era retirada del asta del Capitolio estatal.

"Una nueva bandera significa que Misisipi ha pasado antiguas divisiones y eso es motivo de celebración", dijo el auditor del estado, Shad White, para quien este "es un día histórico".

También el virtual candidato demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, se pronunció sobre el tema.

"El arco del universo moral se dobló un poco más hoy", publicó Biden en su cuenta de Twitter, parafraseando al asesinado líder afroamericano Martin Luther King, quien aseguró: "Venceremos porque el arco del universo moral es largo, pero se inclina hacia la justicia".

Las protestas contra el racismo y la violencia policial desatadas por la muerte del afroamericano George Floyd en Minesota han dado paso a la remoción por parte de los manifestantes de los monumentos en honor a la Confederación que defendió la esclavitud en la Guerra Civil o de Secesión en Estados Unidos (1861-1865) .

Pero el presidente Donald Trump firmó el viernes una orden para proteger los monumentos, memoriales y estatuas después de que fueran blanco de ataques en medio de las protestas y que castiga con "largas penas de prisión" a los responsables.

La orden ejecutiva indica que el Gobierno federal se asegurará de que cualquier persona que ataque monumentos sea procesada y enfrente penas de hasta 10 años de cárcel. La orden también establece que fuerzas de seguridad federales intervendrán para proteger los monumentos cuando las autoridades locales no lo hagan.

El viernes, un fiscal federal presentó una denuncia penal por destrucción de propiedad federal contra cuatro hombres que presuntamente intentaron derrumbar la estatua del expresidente Andrew Jackson (1829-1837), situada en el Parque Lafayette, justo enfrente de la Casa Blanca.