Las calles de las principales ciudades de Birmania (Myanmar), incluidas Rangún y Mandalay, amanecieron ayer con sus calles paralizadas y vacías debido a una “huelga de silencio” contra la junta militar, que liberó a cientos de presos detenidos durante las protestas. El Movimiento de Desobediencia Civil lanzó esta huelga para demostrar que “nosotros gobernamos la ciudad, y no la junta”. En la imagen, motos circulan en Mandalay frente a comercios cerrados durante una protesta silenciosa contra el golpe militar.