- El buque militar iraní Jark, uno de los más grandes de la Armada persa, se hundió ayer debido a un incendio que no pudo ser controlado frente al puerto de Jask, en el golfo de Omán y próximo al estratégico estrecho de Ormuz. Unas 400 personas se encontraban a bordo en el momento del incendio, incluido personal de entrenamiento y la tripulación, que fueron rescatadas con remolques y en helicóptero sin que se lamentaran víctimas mortales, según la Armada iraní.

El portavoz del Distrito Naval 1 del Ejército, Behzad Yahanian, informó de que una veintena de personas resultaron heridas y algunas tuvieron que ser hospitalizadas, pero se encuentran en buen estado. El fuego comenzó la víspera en la sala de máquinas y los esfuerzos para extinguirlo se prologaron durante 20 horas sin éxito, indicó Yahanian, citado por la agencia oficial IRNA.

Jark, un buque logístico de 30.000 toneladas, se usaba tanto como plataforma de apoyo como de entrenamiento de nuevas fuerzas y había zarpado hacia aguas internacionales hace unos días para una misión de adiestramiento. Es considerado el segundo buque logístico más grande de Irán después del Makran, que también fue fabricado en el país persa y cuenta con una plataforma para transportar hasta siete helicópteros. El comunicado del Ejército iraní no precisó la causa del incendio ni hizo referencia a un posible sabotaje o a un accidente durante las maniobras, como ya ocurrió en el pasado.

En los últimos meses, varios barcos iraníes han sufrido daños en incidentes sospechosos que las autoridades han denunciado como posibles sabotajes de Israel, que por su parte ha acusado a Irán de otros casos similares.

El pasado abril, el carguero Saviz, cuya misión era dar apoyo técnico y de aprovisionamiento a los comandos iraníes en el mar Rojo, fue blanco de una explosión que, según algunos medios semioficiales, fue causada por una mina lapa.

Por otra parte, el presidente iraní, Hasan Rohaní, aseguró ayer que “los principales problemas con EEUU se han resuelto” en las negociaciones de Viena para revivir el acuerdo nuclear de 2015, mostrándose optimista sobre el resultado de las mismas. Las conversaciones, cuya quinta ronda comenzó la semana pasada, buscan que EEUU levante las sanciones contra Irán y regrese al pacto, que abandonó en 2018, y que Teherán vuelva a cumplir con todas sus obligaciones nucleares.

“Gracias a Dios, nosotros vemos que nuestros principales problemas con EEUU en estas negociaciones se han resuelto. Quedan unos cuantos temas que estamos negociando y alcanzaremos un resultado”, dijo Rohaní. El mandatario indicó que su Gobierno ya “ha hecho y acabado” su trabajo al respecto y se mantuvo “fiel a la promesa” de eliminar las sanciones estadounidenses contra la nación persa. En este sentido, añadió que, “si hay voluntad”, la solución al contencioso nuclear se hará durante su mandato, que acaba el próximo agosto, dando a entender que esperan la aprobación final del liderazgo del sistema.

“El hecho de que las negociaciones en Viena a día de hoy vayan bien se debe a la paciencia de la gente, a la mediación del Gobierno y a la guías del líder supremo (Alí Jameneí). Hemos pagado un precio muy alto por estas victorias”, subrayó Rohaní. También denunció que “los estadounidenses buscaban derrocar al régimen (iraní) con sanciones y guerra económica y lo declararon abiertamente”. “No pudieron hacer nada y buscaron ellos mismos negociaciones (...) ¿Eso no significa el fracaso de Estados Unidos?”, apuntó el presidente.