El nuevo ministro de Sanidad del Reino Unido, Sajid Javid, tomó este domingo la riendas de la estrategia británica contra la pandemia, en un momento en el que los contagios de covid-19 han vuelto a dispararse y la variante delta, más transmisible, se ha hecho predominante en el país.

Javid llega Sanidad con la incógnita de cómo abordará la desescalada de las restricciones. Una facción del Partido Conservador presiona al primer ministro, Boris Johnson, para que reabra la economía por completo cuanto antes, mientras que desde otros ámbitos le reclaman cautela.

En su primera declaración ante los medios tras asumir el cargo, el ministro se limitó a recalcar que trabajará para recobrar la "normalidad" tan "rápido como sea posible".

La hoja de ruta del Ejecutivo establece el próximo 19 de julio como la fecha en la que espera retirar todas las restricciones sociales para evitar contagios, un paso que tuvo que retrasarse ya un mes ante el avance del virus.

Tres semanas antes de esa fecha, el ritmo de la vacunación en el Reino Unido continúa siendo elevado. El 61,2 % de la población adulta ya cuenta con la pauta completa de una vacuna (32,2 millones de personas), mientras que el 83,7 % ha recibido por lo menos una inyección (44 millones).

EXPANSIÓN DEL VIRUS

En los siete días previos al sábado se registraron en el país 98.460 contagios, un 54,4 % más que en los siete anteriores, y 119 muertes, un 60,8% más, mientras que el número de personas hospitalizadas con covid-19 avanzó un 10,3 % y asciende a 1.505, un nivel similar al de finales de abril.

El responsable del grupo científico que asesora al Gobierno sobre virus respiratorios (NERVTAG), Peter Horby, afirmó hoy que el Ejecutivo no debe "precipitarse" a la hora de levantar las restricciones. Aseguró, con todo, que algunos datos son "alentadores", a pesar del incremento en las infecciones.