Tres manifestantes habrían muerto durante las protestas desatadas por la falta de agua en las ciudades del suroeste de Irán, según activistas citados por medios afines a la oposición.

Se trata de tres hombres de entre 18 y 30 años que recibieron impactos de bala por disparos de la Guardia Revolucionaria en la provincia de Juzestán.

Las autoridades solo han confirmado la muerte de un hombre, Mostafa Naimavi, de 30 años, que habría fallecido por un disparo de "alborotadores" en la ciudad de Shadegán. Los otros dos fallecidos serían Ghasem Jozeiri, de 18 años, y otro joven, Alí Mazraé.

Las protestas estallaron en la noche del viernes y se han difundido vídeos en redes sociales con manifestantes quemando neumáticos para levantar barricadas. Las fuerzas de seguridad han intervenido para dispersar las protestas empleando en algunos casos munición letal.

En las últimas semanas han aumentado los cortes de agua y de electricidad, pero afectan en especial en la provincia de Juzestán, donde se han registrado temperaturas de hasta 50 grados centígrados. Además se ha visto afectada la agricultura, ya en peligro por el riesgo de sequía.

En las protestas de Juzestán se habrían empleado consignas políticas contra el sistema islámico vigente desde la revolución de 1979 y se ha informado de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y detenciones, extremo que no se ha confirmado desde las autoridades. Teherán ha enviado ya una delegación a Juzestán para estudiar la situación y tratar los problemas abiertos.

Las críticas por la infraestructura anticuada y la falta de mantenimiento podrían provocar la propagación de las protestas a otras provincias. Todo ello se suma a las protestas de los trabajadores del sector energético, de importancia estratégica para el país, que piden mejores salarios y condiciones laborales.