Las fuerzas armadas de Rusia y Bielorrusia iniciaron hoy los ejercicios militares conjuntos "Determinación aliada-2022", que se llevan a cabo en territorio bielorruso y que se prolongarán hasta el próximo día 20, informó el Ministerio ruso de Defensa.

"El 10 de febrero en los polígonos de las fuerzas armadas de Bielorrusia comenzaron los ejercicios militares conjuntos "Determinación aliada-2022", en el marco de la inspección de las fuerzas de reacción de la Unión Estatal (ruso-bielorrusa)", señala el comunicado castrense.

Estos ejercicios, el mayor despliegue militar en Bielorrusia desde la Guerra Fría, según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, han despertado inquietud en la Gobierno de Kiev y sus socios occidentales, que acusan a Moscú de preparar una invasión de Ucrania.

Durante las maniobras se ensayarán operaciones de defensa de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia contra una agresión exterior y también acciones de lucha antiterrorista.

Para estos ejercicios se desplegaron sistemas de defensa antiaérea de largo alcance S-400 en un polígono militar en la región de Brest, limítrofe con Ucrania y Polonia.

Estas baterías de misiles, que necesitan menos de cinco minutos para estar operativas, tienen un alcance de hasta 400 kilómetros.

Rusia informó asimismo de la participación de aviones de ataque a tierra Su-25SM, que tienen su base habitual en el Lejano Oriente, y de una docena de cazas de cuarta generación Su-35.

La Casa Blanca denunció que Rusia ha desplegado ya 5.000 soldados rusos en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, y que planea incrementar esa cifra hasta los 30.000 hombres.

Dicho despliegue incluiría los misiles tácticos Iskander, que según los militares rusos son capaces de superar el escudo antimisiles estadounidense, aunque el Ministerio de Defensa no ha informado de ello.

Moscú y Minsk han defendido la "transparencia" de las maniobras conjuntas, que no rebasarían los límites contemplados por los acuerdos internacionales, al tiempo que acusan a la OTAN de más que duplicar sus ejercicios en el último año y ampliar su presencia militar cerca de las fronteras de ambos países.

El Kremlin defendió este miércoles la envergadura de los ejercicios militares en Bielorrusia, al señalar que ambos países están sometidos a "amenazas sin precedentes".

"Estas no son las primeras maniobras conjuntas que se celebran en Bielorrusia. Se celebran periódicamente. Sí, la magnitud puede ser mayor que antes, pero también la situación es mucho más tensa", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Moscú asegura que las unidades rusas regresarán a sus lugares de emplazamiento permanente al término de los ejercicios.