El secretario del Ministerio del Interior británico ante el Parlamento, Paul Holmes, ha presentado este viernes su dimisión en protesta por la "cultura tóxica" en el seno de la oficina del Primer Ministro británico, Boris Johnson, reflejada en las fiestas celebradas en la sede de Downing Street durante la pandemia de coronavirus.

"Una cultura tóxica parece haber penetrado en el Número 10 (de Downing Street)", ha lamentado Holmes en un comunicado, en el que lamenta cómo las fiestas "han generado una profunda desconfianza hacia el Gobierno y el partido Conservador".

La gota que colmó el vaso fue la publicación esta semana de Sue Gray, en el que destacaba que el Ejecutivo británico incurrió en "fallos de liderazgo" y pedía que se depuren "responsabilidades" en el seno del Gobierno. Entre las fiestas investigadas por Gray, que comenzaron en mayo de 2020, destacan varias en el jardín de Downing Street, en dependencias del edificio o en el Ministerio de Educación.

En algunas de las fotografías de las fiestas aparece el propio Johnson levantando un vaso para brindar durante una fiesta celebrada el 13 de noviembre de 2020 durante la que fuera la fiesta de despedida del entonces director de comunicación del Gobierno, Lee Cain.

Además, el informe apunta a que la fiesta sorpresa de cumpleaños de Johnson en 2020 duró 20 minutos y en la que los presentes consumieron comida y bebida, algunas alcohólicas. El encuentro se produjo entre las 14.25 y las 14.45 y el 'premier' británico estuvo allí "todo el tiempo", si bien Johnson había defendido hasta ahora que él tan solo estuvo nueve minutos.

En este sentido, el documento refleja, a su vez, un consumo "excesivo" de alcohol en determinadas ocasiones, lo que llevó a que algunos de los presentes se "emborrachara" y se percibieran "manchas de vino en las paredes". Holmes se ha declarado "consternado y furioso" por las conclusiones de la investigación del informe, aunque en su comunicado, publicado en su página web, no llega a pedir la dimisión del primer ministro británico.