A los 97 años, después de una vida plena dedicada a la enseñanza y como protagonista que fue de uno de los episodios más importantes de la pequeña gran historia de Elizondo, se nos ha ido María Jesús Arregui Lasa. Nos deja a las decenas de alumnos que disfrutamos de su siempre amable y comprensiva manera de ejercer el magisterio a las decenas de alumnos que disfrutamos de su siempre amable manera de ejercer la docencia, profesión en la que era el extremo más distante de aquel triste “la letra con sangre entra” que rigió durante décadas con su abierta mentalidad y comprensiva actitud.

Hija de José Arregui y María Lasa, había nacido en Elizondo el 2 de julio de 1924 y fue bautizada cuatro días después, el 6 de julio, en la iglesia parroquial de Santiago Apóstol que acogería el nacimiento del milagro que ha sido la Agrupación Coral, de la que era una de sus pioneras. Estudió Magisterio que desempeñó hasta su jubilación, en la Escuela de Formación Profesional de Elizondo y otros colegios de Baztan, y en su propio domicilio ofreciendo clases de recuperación durante el verano.

En 1952, como coralista de la primera generación, formó parte junto a su admirado amigo el maestro Juan Eraso Olaetxea del grupo que obtendría dos primeros premios en el Eistedddfod Musical Internacional de Llangollen, en el País de Gales, un oficioso campeonato del mundo y el doble galardón que ningún otro conjunto coral ha conseguido con posterioridad. El desplazamiento fue una odisea, como ayer mismo nos recordaba su amiga y también coralista fundadora Tere Olondriz, “porque los medios de transporte no eran ni de lejos los de ahora”.

Y un año después, en 1953, donde en el Festival Internacional de Roma de Polifonía Vocal Clásica conseguirían el primer premio de música madrigalista y el segundo de coros mixtos, llevándose el trofeo concedido por el presidente de la República. Entre los documentos históricos del coro, se conserva el pasaporte colectivo (el maestro Eraso era el único que poseía uno propio) utilizado para su magistral epopeya europea en el que María Jesús figura con el número 722/51. Tanto ella como Tere Olondriz, Lourdes Thetschel y Mili Garmendia formaban parte de la cuerda de contraltos, y con Jesús Gómez, los cuatro del coro que sobreviven cuando se van a cumplir 70 años.

En estos días, todos coinciden en reconocer su calidad y virtudes humanas. Rosa Mary Sánchez, hasta hace nada directora de la Banda de Música Recreo de Elizondo que fue su alumna, le recuerda “sujetando la cuerda con su seguridad y musicalidad, organizando y dedicando su tiempo para los demás coralistas”. Otro que fue su alumno, el presidente de la Fundación Javier Ciga, Pello Fernández Oyaregui Tellagorri, la considera un “referente de vida” y cita “su labor en la Coral (…) así mismo insuperable, siempre al lado de su admirado Juanito (Eraso), y siempre intentando conciliar las numerosos problemas que aquejaban a nuestra querida Coral”.

Durante unos años, María Jesús Arregui fue también presidenta de la Agrupación Coral de Elizondo, y el pueblo de Elizondo reconoció su labor docente, musical y social y así fue la encargada de lanzar el chupinazo de las fiestas patronales en 2007. Una gran mujer, una elizondarra de referencia que se nos ha ido. Descanse en paz.