pamplona - Que Esparza ya está en campaña electoral es algo que se sabe desde la última semana de agosto, cuando -a nueve meses de los comicios- pidió por primera vez el voto para su sigla durante un mitin en Cadreita. Obsesionado por acabar ya una legislatura que se le está haciendo muy larga, el presidente de UPN va a intentar lo que sea para tratar de asear el resultado que las encuestas ya le dan por debajo de la debacle del 2015. Pero que entre esas maniobras políticas se encontrase hacer seguidismo explícito de las recetas del PP de Casado que abogan por un recorte en el autogobierno de Navarra es algo que todavía no se había visto en el actual dirigente de los regionalistas. Más aún, cuando parten de una premisa tan improbable como una reforma constitucional, obligatoriamente mayoritaria en un escenario político fragmentado.

Ayer, Esparza recuperó el mantra de la Disposición Transitoria Cuarta para hacer populismo electoral, ese que se basa en atacar los sentimientos de la población con una promesa y que va camino de cumplir los 40 años. Un día después de que el presidente de los populares abogase en el foro de La Razón por priorizar la derogación de “la disposición adicional cuarta que permite la anexión de Navarra al País Vasco de forma legal y constitucional” sobre el fin de los aforamientos en caso de atacar una reforma constitucional, Esparza salió a darle la razón. E incluso supeditó los votos de sus dos diputados en el Congreso (Íñigo Alli y Carlos Salvador) en el debate sobre la eliminación de los aforamientos a que se acabe con un instrumento democrático y con encaje en la Constitución, y que dejaría sólo en la voluntad de los navarros y navarras -a través de mayoría parlamentaria y referéndum de ratificación- la posibilidad de formar un único ente con la CAV. Pero donde hay autogobierno Esparza ve guiños a los nacionalistas, o al menos eso dijo para oponerse a abordar un debate que, en el fondo, no le interesa a ningún político. Un punto de vista similar al de Ana Beltrán. La presidenta del PP navarro tuvo que hacer malabares para celebrar la decisión de Casado y al mismo tiempo no contradecir a un histórico como Jaime Ignacio del Burgo, ideólogo de la Navarra foral y española y defensor de la Disposición Transitoria Cuarta como herramienta para dar “voz” al pueblo navarro.- D.N.