pamplona - Nada más terminar el acto donde se firmó la alianza electoral entre UPN y PP, el presidente de los populares, Pablo Casado, puso rumbo a Alsasua para celebrar el primer acto de cara a las elecciones generales del 28-A: una entrevista con Eduardo Inda en el bar Koxka de Alsasua, el lugar en el que el 15 de octubre de 2016 se produjo el altercado con dos guardias civiles que tiene a siete jóvenes del pueblo en la cárcel con condenas entre los 9 y los 13 años.

Por supuesto, el acto se llevó a cabo con todo el secretismo y sin avisar a nadie. No se dijo nada a los medios durante la firma y ni siquiera el dueño del local, Josu Muñoa, estaba al tanto. Según ha recogido el periodista Aitor Agirrezabal en su cuenta de Twitter, Casado e Inda llegaron al bar sobre las 14.15 horas, y comenzaron a hacer una entrevista en una de las mesas del local. En ese momento el dueño del bar no se encontraba presente, y fue una empleada la que le avisó. Muñoa acudió inmediatamente al bar y se encontró “un plató de televisión” en el que también estaba la presidenta del PP en Navarra, Ana Beltrán, tal y como reconstruyó a la agencia Efe.

sin avisar “No han pedido permiso, ni han avisado que venían, ni nada”, relata Muñoa, por lo que solicitó al equipo de Casado que abandonasen el bar. Según Agirrezabal, Casado aceptó sin mediar palabra. Pero Inda protestó alegando que se encontraba en un sitio abierto al público y que podía grabar tranquilamente. Beltrán, por su parte, expuso a Efe que la entrevista se grabó en el bar Koxka a petición del medio de comunicación de Inda, “para poner en valor la libertad de poder ir a cualquier sitio” y también “en apoyo a los guardias civiles y la situación que vivieron en Alsasua”. Tras la polémica, que comenzó en las redes sociales, el alcalde de Alsasua, Javi Ollo (Geroa Bai), denunció en su cuenta de Twitter el uso “electoralista que de Alsasua hacen determinadas formaciones, como hoy el PP”. “Siempre defenderé que cualquier persona pueda venir libremente a Altsasu. Nunca defenderé y siempre denunciaré el uso electoralista del pueblo”, aseguraba en un mensaje, que concluía exijiendo “que se respete al pueblo y a sus vecinos y vecinas”.

Por su parte, Podemos denunció a través de su portavoz, Mikel Buil, que “el primer acto de precampaña de la coalición UPN-PP haya sido ir a provocar al pueblo de Alsasua” y que UPN, con su pacto, se haya situado en “la confrontación”. - D.N.