pamplona - Después de cuatro años en los que el PSN se ha situado en frente de la reforma fiscal impulsada por el cuatripartito para recuperar la progresividad y revertir los recortes, la candidata socialista María Chivite propuso ayer una fiscalidad “justa y progresiva” que garantice el Estado del bienestar y, por lo tanto, la financiación de servicios como Educación y Sanidad y los recursos que permiten combatir la pobreza y la desigualdad. Precisamente los principales objetivos que el Gobierno del cambio ha mantenido en esta legislatura y que han llevado a los presupuestos de Educación, Salud y Derechos Sociales a verse incrementados notablemente con respecto al anterior mandato de UPN con los socialistas.

Y al igual que han defendido Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E toda la legislatura, Chivite comentó, en un acto electoral celebrado en la sede del partido, que “quienes tienen mayores rentas y patrimonio deben hacer más esfuerzo fiscal”, pero puntualizó que no deben hacer ese esfuerzo “las rentas bajas y medias, como ha planteado el cuatripartito”. Una verdad a medias en esa afirmación, puesto que las rentas bajas no han tenido que pagar más impuestos esta legislatura, y a las rentas medias se les ha pedido un esfuerzo moderado que ha rondado entre los 45 y los 120 euros anuales.

Chivite volvió a repetir que quiere devolver a las madres y padres la retención del IRPF de las prestaciones por maternidad y paternidad que su partido les quitó, “porque es de justicia”, y que se revisará el Impuesto de Sociedades para que las grandes empresas paguen más, además de avanzar en un modelo de fiscalidad “verde”.

La candidata añadió que, si se quiere una fiscalidad justa, hay que destinar más recursos a luchar contra el fraude fiscal, la economía sumergida y el empleo no declarado. - D.N.