pamplona - Enrique Maya, el candidato a la Alcaldía de Pamplona, fue el encargado de arrancar el mitin central de UPN en Baluarte. Hombre rocero, habla el idioma de la calle y no se anda con juegos lingüísticos: dice que Pamplona, con el cuatripartito, se ha convertido en una ciudad “cutre y fría”, llena de “txoznas, letrinas y pivotes”, en la que sistemáticamente se homenajea a presos de ETA y en la que se odia “el turismo”, a “los coches”, “a la construcción” y hasta “a los bares”. Y con la misma sencillez y rotundidad asume que volverá a la alcaldía que perdió en 2015, porque “alguno sabrá qué tiene que hacer el día 26 para no darle la alcaldía a EH Bildu”. Una frase que pasó casi de largo, síntoma inequívoco de lo asumido que tiene que el PSN se abstendrá o apoyará a sus propios candidatos para allanar el camino de Maya.

Con esa seguridad se explica que su discurso político descanse en ideas aparentemente tan pedestres. En todo momento recurrió a la ikurriña -el auditorio era lo que más reclamaba-, al mantra de la imposición del euskera -“claro que sí, es nuestra lengua, pero lo que se impone termina odiándose”, reflexionó- y al lenguaje de lo feo para hacer oposición. Así, con el cuatripartito Pamplona es una ciudad “cutre y fría”, hostil a las familias a las que se les ha impuesto el euskera en las escuelas infantiles. Pamplona, ahora, está “arrastrando los pies”, invadida por “las txoznas, las letrinas y los pivotes”, la antesala de caer en la órbita del separatismo catalán. Además, él tiene que ser alcalde porque “no queremos tener que ir a Vitoria a coger el TAV”, y porque el cuatripartito lo quiere prohibir todo. “Los coches, la construcción, el tren, la agricultura que no sea ecológica, los restaurantes, los hoteles, el turismo, los bares”, enlazó. “Y yo me pregunto, si se prohibe todo esto, ¿de qué vamos a vivir?”, cuestionó. “Su modelo económico y social está basado en prohibir. Eso sí, nos fríen a impuestos”. La aprobación del auditorio fue mayoritaria.

asiron, un yogur Ahí quedó condensado el corpus ideológico de Maya, que está muy tranquilo porque hay dos opciones: “El domingo, o Navarra Suma o EH Bildu. O Maya o Asiron, no hay más opciones”, reflexionó. “Al cuatripartito no le dan los números, y alguno sabrá qué tiene que hacer para no darle la alcaldía a EH Bildu el día 26”, en lo que fue una asunción implícita de que cuenta con que el posicionamiento del PSN le permitirá, de una manera o de otra, recuperar la vara de mando.

Así se entiende el final, con una metáfora inverosímil: Asiron es un yogur, tiene fecha de caducidad. “Y en el revés de la tapa pone: ¡26 de mayo, fecha de caducidad!”. - A.I.R.