Roma - Desde el pasado jueves una patrullera de la Guardia Costera italiana con 135 migrantes a bordo espera la autorización para atracar en un puerto ante la prohibición del ministro del Interior, Matteo Salvini, que ha vuelto a lanzar así su desafío a la Unión Europea. Fuentes de Interior comunicaron a los medios “que se ha solicitado oficialmente a la Comisión Europea que coordine las operaciones de distribución de los inmigrantes que se encuentran a bordo de un barco de la Guardia Costera italiana. Se trata de 135 personas. A la espera de respuestas oficiales no se ha indicado ningún puerto para el desembarco”.

Desde ese momento, solo silencio. Ni la Guardia Costera, ni fuentes del Gobierno, ni el Ministerio del Interior han informado de la suerte de los 135 migrantes ni han dado detalles de si hay mujeres o niños, o sus condiciones de salud.

Se conoce solo que se encuentran a bordo de la patrullera Gregoretti, en la que embarcaron cerca de 90 migrantes rescatados en dos botes neumáticos durante la jornada del jueves y los 50 que fueron asistidos por el pesquero italiano Accursio Giarratano. El pesquero solicitó ayuda a Malta, pero ante la negativa de las autoridades de este país acudió ala Guardia Costera italiana. - Efe