Londres - El Partido Conservador británico ha aumentado su popularidad entre el electorado con el nuevo primer ministro, Boris Johnson, y obtiene un 30% del apoyo en una encuesta publicada ayer por el periódico Mail on Sunday. El sondeo, realizado por Deltapoll, atribuye un avance de 10 puntos porcentuales respecto a anteriores sondeos a la formación gobernante, lo que le sitúa cinco puntos por delante del Partido Laborista de Jeremy Corbyn, que logra el 25%.

Los liberaldemócratas, con su nueva líder Jo Swinson, consiguen el 18% del voto, según esta encuesta, que otorga un 14% al Partido del brexit de Nigel Farage, el cual cuenta con 29 eurodiputados pero ningún escaño en la Cámara de los Comunes.

Si los laboristas sustituyeran a su líder -muy criticado por sus ideas socialdemócratas y confusa política sobre el brexit-, superarían a los tories (conservadores) en intención de voto, con un 34% frente a un 28%, señala el estudio demoscópico.

Los encuestados también se pronuncian sobre si Carrie Symonds, la novia de 31 años de Johnson -de 55 años, y que se está divorciando de su segunda esposa- debería mudarse con él a la residencia oficial de Downing Street, con el resultado de que un 33% lo apoya frente al mismo porcentaje que lo rechaza.

El avance en las encuestas de Johnson aumenta las especulaciones de que podría convocar elecciones generales anticipadas el próximo otoño, con la esperanza de apuntalar su mandato e incrementar el número de diputados a favor del brexit en el Parlamento.

Aunque él lo niega rotundamente, al mismo tiempo ha anunciado varias políticas llamativas a nivel nacional, como el incremento de agentes de policía y una nueva línea rápida de tren en el norte de Inglaterra, que, según los comentaristas, suenan a precampaña electoral.

Salida sin pacto En lo que al brexit se refiere, el Gobierno del Reino Unido “opera sobre la base” de que no habrá un nuevo acuerdo” con la Unión Europea (UE), según apuntaba ayer en un artículo Michael Gove, el ministro encargado de los preparativos para una salida sin pacto.

El llamado Canciller del ducado de Lancaster -ministro sin cartera y atribuciones varias- sostiene que una retirada del bloque no negociada “es una perspectiva muy real”, por lo que se realizará una gran campaña nacional de información para preparar a la población. “Con un nuevo primer ministro, un nuevo Gobierno y una misión más clara, saldremos de la UE el 31 de octubre. Sin condiciones ni peros. Sin más retrasos. El brexit va a suceder”, escribía en The Sunday Times.

Gove advirtió de que los líderes comunitarios insisten en que no van a renegociar el tratado que firmaron con la anterior primera ministra, Theresa May. “Aún tenemos la esperanza de que cambien de opinión, pero debemos operar sobre la base de que no lo harán”, sostiene.

El Ejecutivo conservador “hará lo posible” por conseguir un nuevo pacto, pero “no se puede recalentar un plato que ha sido rechazado y esperar que sea más apetitoso”.

En otra noticia, el periódico informa también de que Johnson ha constituido un “gabinete de guerra” con seis ministros varones de confianza para garantizar que el país sale de la UE en la fecha prevista por “los medios que sean necesarios”.

500 agentes de aduanas extra En The Sunday Telegraph, el ministro de Economía, Sajid Javid -parte de este grupo-, revelaba ayer que destinará “una financiación adicional significativa” para facilitar la partida con o sin acuerdo, lo que incluye la mencionada campaña informativa. Entre otras medidas, se contratará 500 agentes de aduanas extra y se introducirá más infraestructura en los puertos a fin de minimizar los retrasos en los controles de mercancías.

La ministra del Interior, Priti Patel, informaba ayer de que encargará a una comisión asesora sobre inmigración que analice el sistema migratorio por puntos que aplica a Australia para trasladarlo al Reino Unido. La ministra anima a aprovechar “la oportunidad única que ofrece el fin de la libertad de movimiento” impuesta por la UE para instaurar un sistema que permita seleccionar a los inmigrantes según sus cualificaciones y las necesidades del país. - Efe