pamplona - La estrategia electoral que marcarán los socialistas hasta el 10-N ha abierto diferencias en el seno del PSOE y mientras el sector más ideologizado reivindica un claro posicionamiento en la izquierda, la dirección se defiende, dice que no gira al centro y que lo que busca es atraer el voto más moderado.

Izquierda Socialista, corriente de opinión en el PSOE, reivindica un partido “claramente reubicado a la izquierda con una acción política de diálogo con las fuerzas y movimientos sociales”. El exdiputado, miembro de IS-PSOE y presidente de la Fundación Alternativas, Manuel de la Rocha, subrayó la “preocupación” de militantes y simpatizantes socialistas de que tras las próximas elecciones se llegue a una alianza con Ciudadanos que “hoy está posicionada en actitudes claramente derechosas y, en algunos aspectos, reaccionarias”. A juicio de este exdiputado, el PSOE ha desaprovechado la “oportunidad” de llegar a un entendimiento con las fuerzas de la izquierda, bien con la fórmula del gobierno a la portuguesa (apoyo externo sin ministros) o gobierno de coalición.

A 50 días de las elecciones, la dirección del PSOE ha activado a sus dirigentes y ha convocado para el 28 de septiembre al Comité Federal que acordará mandatar a la Comisión de listas y poner a punto un programa electoral con el que “persuadir” al electorado y conseguir armar esa mayoría parlamentaria que le permita formar un “gobierno progresista”. ¿Y a qué electorado se dirige la dirección del PSOE para armar esa mayoría? Según fuentes socialistas, los trackings encargados por el partido sobre la intención de voto ponen la lupa sobre Cs, el partido con votantes menos fieles, de hecho sólo el 54% se mantiene leal al partido de Rivera. Es a ese 46% de voto restante a quien el PSOE va dirigir su mensaje electoral, para seducirlos y engrosar los escaños socialistas.

El PSOE, el partido que según las encuestas tiene los votantes más fieles, saca pecho y se muestra convencido de que “no hay riesgo de fuga” porque el electorado ha entendido el mensaje de la estabilidad. Y dado que por la izquierda, el PSOE “no ve mucho donde rascar”, las esperanzas de los socialistas se centran en el centro izquierda de la formación naranja que, según estas fuentes, ya ha abierto las compuertas con la petición urgente de Rivera a Sánchez para reunirse pocas horas antes de que finalizasen las consultas al Rey.

En la nueva estrategia, la dirección del PSOE quiere marcar distancias con Podemos y con su líder, Pablo Iglesias, a quien culpa, junto a las formaciones de derecha de bloquear la investidura cuando no podían ofrecer alternativa. Sin embargo, el PSOE ve ahora el “relato” más libre y puede centrarse en estudiar el tablero y ver en qué caladeros pueden “pescar” con éxito. - D.N.

370 medidas. Los socialistas insistirán en la estabilidad pero también en el trabajo pendiente, sobre todo las medidas sociales por implementar. Esas 370 medidas, que el 2 de septiembre Sánchez expuso en un acto público que ofreció, sin éxito, a Unidas Podemos para llegar a un acuerdo de investidura y que estarán en su nuevo programa electoral.