madrid - Los magistrados de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo no estarían excluidos del turno de sustitución al que podría tener que acudir en un futuro no muy lejano este órgano para enjuiciar a Carles Puigdemont por la causa del procés. La posibilidad de que sean necesarias sustituciones la apuntó ayer el propio presidente del tribunal que juzgó el caso, Manuel Marchena, al señalar la “difícil situación” en la que, hipotéticamente se encontraría este órgano en el caso de tener que juzgar en el futuro a otros encausados por el 1-O -aludiendo sin citarlo a Puigdemont- debido al hecho de que 13 de los 15 magistrados que lo integran ya hayan tenido relación con este tema en sus fases de instrucción o enjuiciamiento. “En otro tipo de juicio quizá esto pueda resolverse, pero habrá que estudiarlo al tratarse en este caso de magistrados que han valorado a 500 testigos, 12 acusados, metros cúbicos de papel y que podrían tener que volver a enjuiciar hechos similares con distintos protagonistas, ello nos sitúa en una situación difícil”, explicó Marchena.

En fuentes del alto tribunal se señala que, al igual que afirma Marchena, existe suficiente doctrina del Tribunal Constitucional que avala que un mismo tribunal pueda juzgar unos hechos de los que ya ha tenido conocimiento pero referidos a diferentes personas. Añaden no obstante que la posibilidad de que se opte finalmente por dejar entrar a magistrados de otras Salas no es en modo alguno descartable. En el Supremo hay unos 80 magistrados que se reparten cinco Salas. Además de lo Penal, existen las de lo Civil, Social, Contencioso-Administrativo y Militar, integrada esta última por un presidente y siete magistrados. Cuatro de los ocho han de proceder de la carrera judicial y los otros cuatro del cuerpo jurídico militar, los que, desde su toma de posesión, tienen de forma permanente la condición y estatuto personal de magistrados del Tribunal Supremo. - E.P.