pamplona - El Gobierno ha advertido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que no habrá impunidad para los responsables de los disturbios de los últimos días en Cataluña y que está dispuesto a actuar “con firmeza” si no se cumple la ley. El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, compareció ayer de forma extraordinaria en La Moncloa después de una reunión del comité de coordinación presidida por Pedro Sánchez para lanzar un mensaje claro sobre los disturbios en Cataluña: “Ninguna actuación delictiva quedará impune. Ni los responsables, inductores o partícipes” en la violencia de los últimos días quedarán impunes”, advirtió sobre la organización de estos ataques. Una presión a Torra a la que se sumó la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, al asegurado que la condena que realizó pasada la medianoche de ayer el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, fue “a rastras y sin convicción” y le avisó de que si traspasa las líneas marcadas por el Tribunal Constitucional, que ya le ha apercibido de consecuencias penales, el Gobierno actuará.

“Dentro de la ley cabe todo, fuera de la ley creo que (Torra) ya tiene un conocimiento expreso de lo que acontece en un Estado de Derecho”, insistió el ministro del Interior, que instó al presidente catalán a “que decida de una vez si quiere ser el presidente de los catalanes (...) o quiere ser un activista”. Marlaska repitió el mantra de Calvo y pidió a Torra que condene la violencia de forma “indubitada” y no “de forma arrastrada”, en alusión a su declaración institucional, que no convenció ni al Gobierno ni a los principales partidos pese a reclamar con contudencia el cese de los disturbios.

El presidente del PP, Pablo Casado, dijo desde Bruselas que la intervención de ayer de Torra en el parlamento catalán, en la que planteó convocar una nueva consulta de autodeterminación, representa un nuevo “golpe” a la legalidad. Por ello, volvió a pedir una respuesta firme del Gobierno, al que instó una vez más a aplicar la Ley de Seguridad Nacional y a enviar un requerimiento a Torra, como paso previo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Más contundente aún fue el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien aseguró, que el Gobierno cuenta con todo su apoyo si es para “actuar y tomar decisiones”, como aplicar el artículo 155 y cesar al presidente catalán.

Del otro lado se situó el responsable de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, opuesto a la aplicación de cualquier medida de excepcionalidad y partidario de afrontar la crisis catalana a través del diálogo. En Catalunya hay “un problema político que se tiene que afrontar con cierta empatía y voluntad de diálogo”, defendió.

Todos estos pronunciamientos se produjeron después de días consecutivos de altercados violentos que se habían saldado hasta el miércoles por la noche con casi un centenar de detenidos y 194 agentes de los Mossos y de la Policía heridos, según el balance de Marlaska. A ello hay que añadir cuantiosos daños materiales y lo que el ministro definió como “el daño reputacional a la imagen internacional de Cataluña”. “Perderla es muy fácil, recuperarla difícil”, dijo.

El ministro atribuyó ese daño a grupos “minoritarios pero perfectamente organizados” ante los que, insistió, el Gobierno está dispuesto a actuar.

En esta línea, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, desmintió que los violentos que están protagonizando altercados en Catalunya sean “infiltrados”, como aseguró el presidente de la Generalitat sino “jóvenes catalanes coordinados; lo que hacen no se improvisa y los apoyos que puedan tener son objeto de investigación en este momento”.

Torra, por su parte, se comprometió a investigar hasta el fondo para saber quién se encuentra detrás de los incidentes” y pidió hacer “autocrítica” por las cargas de Mossos d’Esquadra a manifestantes independentistas. El mandatario catalán insistió en que, “si hay provocadores y agitadores que quieren cambiar el rumbo de las movilizaciones pacíficas, hay que aislarlos y apartarlos”. Y volvió a subrayar que la única manera que tienen los catalanes para alcanzar la independencia “es la vía pacífica”, por lo que reiteró su llamamiento a la calma, la serenidad y el civismo. - D.N.