londres - El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, dijo ayer que el Reino Unido entrará en una "nueva era dorada" gracias a su "radical" programa de Gobierno, que incluye la salida de la Unión Europea y más inversiones en servicios públicos. Johnson intervino en el debate posterior a la apertura del nuevo Parlamento por Isabel II, que leyó la agenda legislativa del Ejecutivo para los próximos cinco años en la ceremonia conocida como el Discurso de la Reina.

Vigorizado por la mayoría absoluta que obtuvo en las elecciones generales del 12 de diciembre, el líder tory aseguró que trabajará para restaurar "la cohesión y el espíritu nacional" y mantuvo que su programa no es para unos pocos años sino que supone "una nueva hoja de ruta" para el país.

Reiteró que trabajará "al máximo" para mantener "la confianza" de los simpatizantes laboristas que le "prestaron" su voto en estos comicios a fin de concretar el brexit, y prometió la mayor inversión en infraestructuras desde "la época victoriana".

En su intervención, enumeró las prioridades anunciadas anteriormente por la soberana, que versan principalmente sobre la salida de la UE, prevista para el 31 de enero, y un incremento del presupuesto para el servicio nacional de salud, NHS, en un gesto hacia esos antiguos laboristas que cambiaron de bando.

Durante el debate, Johnson descartó aprobar un nuevo referéndum de independencia en Escocia -después del celebrado en 2014-, que ha solicitado hoy el Gobierno de ese territorio, y prometió en cambio trabajar para "fortalecer" la unidad del Reino Unido.

De más de 30 proyectos de ley enunciados por Isabel II en base a un documento gubernamental, siete se refieren al brexit y regulan áreas como agricultura, pesca, servicios financieros e inmigración, donde el Gobierno quiere introducir un sistema por puntos con un mecanismo de visados rápidos para trabajadores sanitarios.

más dinero para sanidad El proyecto de ley de largo plazo para el NHS fijará el compromiso del Ejecutivo de elevar el presupuesto sanitario a 33.900 millones de libras (40.000 millones de euros) al año para 2023-2024, lo que, según los analistas, no revierte, pese a todo, una década de austeridad.

Otras medidas van encaminadas a endurecer sentencias judiciales para ciertos delitos violentos, bajar los impuestos al comercio u ofrecer aparcamiento gratuito en los hospitales "a los más necesitados". "La prioridad de mi Gobierno es cumplir con la retirada del Reino Unido de la Unión Europea el 31 de enero. Mis ministros presentarán legislación para asegurar la salida del Reino Unido en esa fecha y aprovechar las oportunidades que esto brinda a todo el pueblo", declaró la reina al leer el programa de Johnson. "Después, mis ministros trabajarán en la futura relación con la UE, basada en un acuerdo de libre comercio que beneficie a todo el Reino Unido", agregó.

El Gobierno empezará a tramitar en la Cámara de los Comunes hoy, antes del receso navideño, el proyecto de ley del acuerdo de retirada de la UE, que los diputados votarán una primera vez, tras lo cual quedará listo para superar los siguientes trámites parlamentarios en 2020.

El texto legislativo, adelantado ayer, incluye una nueva cláusula que prohíbe explícitamente que un miembro del Gobierno extienda el periodo de transición posterior al brexit más allá de la fecha acordada, el 31 de diciembre de 2020. Hasta ese momento, el Reino Unido continuará integrado en las estructuras comunitarias, aunque no participará en la toma de decisiones en la UE.

La nueva versión elimina además las disposiciones que otorgaban al Parlamento cierto control sobre la negociación con Bruselas en torno a la futura relación comercial, que comenzarán una vez el país esté fuera del bloque comunitario.

El Gobierno también ha suprimido una cláusula en la que se expresaba el compromiso a no rebajar los estándares laborales adquiridos a través de la legislación europea, lo que Johnson asegura que abordará en otra ley.

Al margen de lo que le suceda al Reino Unido, los conservadores británicos sí que han entrado en "una nueva era dorada" tras lograr una rotunda mayoría en las urnas, con 365 escaños de 650 que tiene la Cámara de los Comunes, mientras que los laboristas son segunda fuerza con 203, y el Partido Nacionalista Escocés (SNP) como la tercera, con 48 parlamentarios.