pamplona - Reproches timoratos y, sobre todo, silencio. UPN, socio de PP y Ciudadanos en la coalición Navarra Suma, no ha sido capaz de exigir una rectificación a Díaz Ayuso -que les llamó paletos por crear una "identidad" allí donde no la había- y se ha conformado con recomendarle, con todas las cautelas del mundo, que "no hable desde el desconocimiento de la realidad política de Navarra", porque si hay un partido español ese es UPN. Es lo que vino a decir ayer Javier Esparza, presidente de UPN y portavoz de Navarra Suma, al que la coalición con PP y Ciudadanos ha vuelto a dejar en tela de juicio el compromiso con la defensa del autogobierno de Navarra por parte de la nueva derecha. "Es compatible defender el régimen foral y ser leal con España", aclaró Esparza, defendiéndose de la acusación en lugar de contestarla. "UPN es un ejemplo porque lleva defendiendo el régimen foral y siendo leal a España durante más de 40 años", por lo que "no se puede hablar desde el desconocimiento de la realidad política", valoró Esparza en su crítica más cruda a Ayuso.

A partir de ahí, la nada. La reivindicación del "regionalismo que representa UPN como sinónimo de integración, solidaridad y respeto al proyecto común de España" que es "útil y beneficioso para empresas y ciudadanos", y las críticas al PSN por querer sacar "rédito político del episodio". Tampoco es que los socios de Esparza se lo hayan puesto muy fácil: su respuesta, muy tímida, no ha merecido ninguna respuesta por parte del PP de Navarra, que cómodamente guarda silencio desde los mullidos sillones institucionales que obtuvieron al calor del pacto de Navarra Suma, justo cuando todas las encuestas les dejaban fuera del Parlamento. Ciudadanos Navarra, la tercera pata de Navarra Suma, tampoco ha dicho nada.

Es, simplemente, una más. Una muestra más de las incoherencias de una fórmula como la de Navarra Suma, que cada vez acumula más demostraciones públicas de escasa sintonía. Hace unas semanas, Cs y PP plantaban a UPN en una votación sobre Tráfico y dejaban claro que ellos, de más autogobierno, no quieren saber nada. Lo hacían sin rubor, sin importarles la imagen de la coalición, rota en una moción presentada por ellos mismos.