- La Comisión Europea quiere reforzar la dotación en su acción exterior, en la gestión de crisis y en cooperación humanitaria en los próximos presupuestos europeos, según informaron en rueda de prensa el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, y los comisarios de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, Ampliación, Oliver Varhelyi, y de Cooperación Internacional, Jutta Urpilainen.

De acuerdo al planteamiento de Bruselas, la partida para acción exterior de la UE hasta 2027 pasaría a ser de 118.000 millones, lo que supone 16.000 más que en la propuesta inicial de la Comisión antes de la pandemia del coronavirus. A esta dotación se añadirán 15.500 millones del fondo de recuperación planteado por la presidenta Ursula von der Leyen para relanzar la economía tras la crisis, del que según adelantó la semana pasada Varhelyi, también se podrán beneficiar socios del bloque y candidatos a ingresar en la UE.

La Comisión quiere que el grueso de esos fondos, 86.000 millones, se destinen a la política de Vecindad y Ampliación en inversiones y programas. La propuesta mantienen otros 12.900 millones para el Instrumento de Preadhesión (IPA, por sus siglas en ingles), mientras que la ayuda humanitaria aumenta hasta los 14.800 millones.

También pide reforzar el Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible para que cuente con 1.000 millones adicionales para hacer frente a respuesta inmediata ante crisis como la vivida con el coronavirus.

En cuanto al Mecanismo de Protección Civil, que actúa ante situaciones de emergencia y que durante la crisis del coronavirus ha sido clave para realizar repatriaciones y para distribuir suministros médicos entre los estados miembros, el Ejecutivo comunitario propone un aumento significativo de su presupuesto.

Su idea es que alcance los 3.100 millones en los próximos años, con la intención de crear reservas estratégicas de equipamiento para cubrir emergencias sanitarias, pero también para combatir los incendios forestales o episodios de desastres químicos, biológicos, radiológicos y nucleares.

Según el comisario de Gestión de Crisis, la pandemia de coronavirus ha puesto de manifiesto la necesidad de que Bruselas juegue un papel mayor para abordar situaciones de emergencia. "Proponemos reforzar el mandato de la Comisión para que pueda gestionar estos recursos y garantizar una red de seguridad que pueda apoyar a los Estados miembro ante situaciones de crisis en las que se vean desbordados", indicó.

Entiende que la falta de respuesta europea en los primeros compases de la crisis del coronavirus se debe a que hubo una falta de equipos médicos y no una falta de solidaridad. "Ha habido solidaridad pero en algunos momentos es difícil demostrarla", explicó Lenarcic, quien considera que muestras de insolidaridad se ve en medidas como el cierre de fronteras de forma unilateral.

El comisario defendió que Bruselas no reaccionó tarde, puesto que dio la voz de alarma sobre el brote a finales de enero, pero entiende que "nadie" esperaba que la pandemia se desatara con tanta virulencia en Europea. "No había pasado algo así antes, el último brote de una pandemia así fue la gripe española en 1918, cómo puede alguien prepararse para algo que no ha visto antes", justificó.

Con todo, admitió que hay que construir un sistema de respuesta más robusto que funcione independientemente de la solidaridad que exhiban los Estados miembro. "Este sistema ha funcionado con una crisis de alcance limitado, pero la respuesta no es efectiva cuando afecta a varios países al mismo tiempo", subrayó el comisario esloveno.

Del mismo modo, la Comisión Europea ha presentado una propuesta de aumentar hasta los 14.800 millones de presupuesto en los próximos años y reforzar esta materia con otros 5.000 millones a través del fondo de recuperación. Esta petición obedece al aumento de las necesidades humanitarias en el terreno.

El objetivo es que el instrumento de ayuda humanitaria canalice la asistencia europea que permita salvar vidas, prevenir y aliviar el sufrimiento humano y salvaguarde las condiciones de las comunidades más vulnerables ante crisis humanitarias o por desastres naturales.

Según los datos de Naciones Unidas, este año cerca de 168 millones de personas necesitarán la ayuda humanitaria y la protección internacional, una cifra en auge durante los últimos años y que se estima que pueda alcanzar los 212 millones de personas dentro de dos años.