- Javier Esparza no ha empezado con buen pie su nuevo mandato al frente de la presidencia de UPN. El líder regionalista, portavoz de Navarra Suma, protagonizó ayer un amargo desencuentro al más alto nivel, ya que tuvo que llamarle la atención al presidente del PP, Pablo Casado, por unas declaraciones que el popular hizo en una entrevista concedida a El Independiente. Casado, en el contexto del debate sobre los próximos Presupuestos en el Estado, adelantó que el PP no respaldará las Cuentas de Sánchez, pero que había dado "luz verde" para que Navarra Suma sí lo hiciera.
Las declaraciones soliviantaron a Esparza, que contestó a través de un comunicado en el que insistió en que "no va a aceptar ninguna intromisión del PP" y que en UPN mandan los regionalistas, nadie más.
Se trata de un encontronazo atípico al menos en las formas, ya que no es normal que dos socios crucen palabras tan gruesas y reproches tan velados. Pero, al final, el episodio es uno más de todos los que ya acumula la corta vida de la coalición formada por UPN, PP y Ciudadanos, que a cada rato demuestra las incoherencias y faltas de sintonía de los socios y la incapacidad para mantener un discurso común -o, al menos, no contradictorio- en los diferentes escenarios políticos en los que participa. Por si fuera poco, el rifirrafe pone en cuestión una recentísima baza que Esparza ha exhibido antes y después del Congreso de UPN celebrado el pasado 28 de junio: que en Navarra Suma se actúa con lealtad entre socios, y que UPN es la fuerza más importante y la que lidera la plataforma. Liderazgo de Esparza que ya salió algo más tocado el domingo -Sayas, sin campaña, recibió el 42% de los apoyos del partidos-, y del que tampoco ha habido rastro en esta última ocasión, ya que no se entiende que un líder vaya a rebufo.
Después de haber hecho tantas demostraciones de fuerza en las últimas semanas, se explica que la reacción de Esparza fuera tan agresiva. UPN contestó a las declaraciones de Casado con un comunicado exclusivamente dirigido al presidente del PP, y bajo el inequívoco epígrafe de "Reacción ante la noticia de El Independiente", algo poco habitual en las comunicaciones políticas. En la nota, Esparza asegura que "no va a aceptar ninguna intromisión del PP", y que la posición "de los dos diputados regionalistas en el Congreso la decide UPN, no la marca el PP", al que pide "respeto y lealtad". Hay más: el comunicado llega a decir que el PP "no es nadie" para "dar luz verde a ninguna postura, no ha decidido ni va a decidir qué vota UPN en el Congreso", y plantea que "estas informaciones interesadas en nada favorecen la buena salud de la coalición en Navarra".
A tenor del comunicado, parece que el PP golpeó donde más duele: en la autonomía de UPN. Desde que en marzo de 2019 se creó Navarra Suma, ha habido voces que han puesto en duda desde que se diluyera la sigla -el propio Sayas usó este argumento en el reciente Congreso- hasta que el experimento no deja claro dónde se toman las decisiones y quién fija la posición, sobre todo después de que Ciudadanos pidiera, al poco de firmar el acuerdo de Navarra Suma, la revisión del Convenio Económico.
Una serie de dudas que hieren en lo personal a Esparza, ya que cuestionan uno de sus latiguillos preferidos, que es que las decisiones de UPN se toman en Navarra, a diferencia del resto de partidos, de los que dice, con desprecio, que están mandados desde Madrid o Bilbao. Pues bien, el PP mandó ayer sobre UPN, y así reaccionó Esparza. "Nosotros no nos metemos en la casa de nadie, que respeten nuestra autonomía (...) ya que no vamos a renunciar a ser el único partido de esta tierra que toma sus decisiones en Navarra". "El PP sabe que nuestra autonomía en el Congreso es total. Decidimos en Navarra sin ningún tipo de injerencia".
Más aforo. El Parlamento de Navarra decidió adaptar ayer las medidas sanitarias a la nueva normalidad. Eso supone retomar ponencias, sesiones de trabajo, actos públicos, visitas guiadas, exposiciones, conferencias y demás actividades y aumentar el aforo del Parlamento al 75% de su capacidad. Así, en los plenos podrán estar hasta 56 personas. 18 de ellas, de pie (personal de la Cámara, asistentes parlamentarios y periodistas) y 38 sentadas, lo que permitirá aumentar el número de parlamentarios (ahora estaban 21 como mucho). Los plenos continuarán siendo mixtos, con intervenciones telemáticas y voto delegado. Las comisiones tendrán dos formatos: reducido si se hacen en las salas de comisión, y con presencia de todos los miembros si se celebran en el salón de plenos. También se ha decidido reabrir el palco de invitados, al aforo del 75%, y se autorizan las visitas a Presidencia, Mesa y grupos parlamentarios.
"El PP no es nadie para dar luz verde a ninguna postura, no aceptamos ninguna injerencia"
Presidente de UPN
"No vamos a respaldar los Presupuestos, pero damos luz verde a que Navarra Suma sí lo haga"
Presidente del PP