Geroa Bai aprovechó el último día del verano antes del nuevo curso para fijar algunas de las prioridades y exigencias que le hace al Gobierno el principal socio del PSN en el Parlamento. Y en esa lista figuran, en lugar destacado, todo lo que tiene que ver con una recuperación económica que se prevé dura después de que la Hacienda Foral asuma una caída de hasta el 20% de los ingresos, unos 800 millones de euros. Uxue Barkos, portavoz de Geroa Bai, habló en una rueda de prensa en la Cámara foral de cinco frentes importantes: la necesidad de mantener una actitud “firme” ante el Estado para negociar un incremento de la capacidad de endeudamiento; afrontar la negociación del Convenio en lo tocante a la aportación por deuda del Estado; revisar la política de deducciones del impuesto de Sociedades como alternativa a los recortes y las subidas de impuestos; luchar por ponerse al frente de los fondos europeos; y acompañar a los ayuntamientos en la defensa de sus remanentes de tesorería.

La deuda va a ser un punto clave y Geroa Bai lleva semanas avisando de que hay que reaccionar pronto. Barkos defendió que Navarra tenga la capacidad de emitir deuda suficiente para afrontar los gastos del coronavirus, algo que la Comunidad Foral puede hacer de forma más holgada. Por varias razones: Navarra tiene margen sobre el límite de deuda sobre el PIB -podría ser casi del 19%, pero ahora es del 15%- y una calificación crediticia superior a la del propio Estado. El acuerdo del Gobierno foral y el Estado se ha quedado en el 2,3%, por debajo de lo pactado por la CAV y lo autorizado por la Airef, razón por la que Barkos llamó este lunes a pelear hasta por los cuatro puntos porcentuales que hay de margen, independientemente de que se suscriban o no.

En la política fiscal, Barkos abogó por una tercera vía: ni recortes, que Geroa Bai no los toleraría en esta situación, ni subidas masivas de impuestos a la clásica. Para la coalición, es importante que se revisen las deducciones del impuesto de Sociedades -con muchísimo millones en juego que no siempre son eficientes- en los meses de noviembre y diciembre para tener el nuevo régimen para el 1 de enero.

De la misma manera, Navarra tiene que aprovechar sus buenas conexiones europeas -en el Comité de las Regiones, con la CAV y Aquitania en la Eurorregión- para buscar financiación fuera. Y negociar ya el Convenio, sobre todo para aclarar qué sucederá con la aportación por la deuda del Estado. “Navarra puede encontrarse en una situación comprometida si no nos sentamos a revisar esta situación”, advirtió Barkos.